ALGUNAS CABECERAS DESTACABLES:

 

EL ZURRIAGO

Comenzó a publicarse en septiembre de 1821. Sus editores fueron Félix Mejía y Benigno Morales, aunque también colaborarían entre otros Atanasio Lescura o José Sáenz Urraca, ambos provenientes de La Tercerola, una publicación que imitaba al Zurriago y relacionada estrechamente con este. Satirizaba la masonería, además de criticar tanto a Fernando VII como a la Iglesia católica. Cesó su publicación en 1823.

 

 

 

 

 

EL CASCABEL

La publicación, que apareció en 1863, contó con Carlos Frontaura como director. En 1876 fue adquirida por Julio Nombela, que puso fin a la publicación en abril de 1877 ante el descenso de suscriptores. Aunque se la ha considerado como «apolítica», también se le adjudica una ideología «antimoderada» y «antiamadeísta». Se han señalado como lectores asiduos de la publicación al político aragonés Joaquín Costab y al escritor Leopoldo Alas «Clarín», al que la revista habría influido en la formación de su «diccionario y estilo».

 

 

 

GIL BLAS

Semanario nacido dentro de los grupos progresistas del federalismo republicano con clara inclinación anticlerical. Su director y propietario fue el extremeño Luís Rivero y contó entre sus redactores “anónimos” con personajes de la talla del poeta Manuel del Palacio, Eusebio Blasco, Federico Balart o Eduardo Saco. Entre los ilustradores, destacaban Ortego y los hermanos Perea, Daniel y Alfredo. Las ilustraciones humorísticas ocupaban media página y en algunos casos una página entera. Por primera vez dentro del periodismo gráfico, las ilustraciones no tenían que ver necesariamente con el contenido de los textos, eran chistes independientes, aunque es cierto que mantenían la misma línea editorial.

 

 

 

EL PADRE ADAM

Publicado en Sevilla entre 1868 y 1870, en los comienzos del Sexenio Democrático, bajo la dirección del dibujante Luis Mariani. Su personaje principal es el padre Adam, el cuál aparece únicamente vestido con un sombrero, alzacuellos y una hoja de parra. Contiene viñetas e historietas con críticas sobre política nacional y caricaturiza a personajes importantes de la época como Sagasta y la Reina Isabel II.

 

 

 

 


Aparece en diciembre de 1907, en Camaleño, el primer número de Waterloo : Periódico simbólico y de circunstancias, ni político ni literario. Esta publicación, de vida efímera, viene a complementar y a competir con el resto de la prensa de la comarca de Liébana, en donde destacaban el periódico liberal Picos de Europa y el conservador y prudente La Voz de Liébana. De caracter conservador y con un estilo lleno de sorna, burla e ironía, publica secciones tan curiosas como los "Anuncios incobrables", un apartado contrapublicitario de denuncia con humor.

 

 

El PAPA_MOSCASEl Papa-moscas

Este semanario El Papa-moscas fue el periódico más importante de finales del siglo XIX y principios del XX de la ciudad de Burdos. Su nombre hace referencia a un autómata que señala las horas en la Catedral de esta ciudad. Se caracterizaba por su espítitu moderadamente liberal y su tono satírico. Fue undado por Calixto Ávila y dirigido por Cesáreo Hernando, que firmaba como El sastre de la mala tijera. Jacinto Ontañón-Enríquez, que firmaba como Martinillo, resucitaría la publicación en su segunda época (1878-1920) y le conferiría su carácter satírico.

 

 

LA FLACA

Revista satírica liberal y anticarlista, de tendencia republicana y federal. Fue publicada durante el Sexenio Democrático. Revista de fuerte carga crítica política, fue una de las primeras en publicar caricaturas satíricas, realizadas básicamente por Tomàs Padró. Estas caricaturas, publicadas con una gran calidad técnica de impresión, marcaron época y fijaron el tipo de caricaturismo político del siglo XIX. Los textos aparecen sin firmar o con seudónimos.

 

 

 

 

LA CAMPANA DE GRACIA

La revista La Campana de Gràcia, editada en Barcelona desde mediados de 1870 hasta finales de 1934, fue la primera publicación de gran difusión escrita en catalán y también la publicación satírica más longeva de la historia de la Península Ibérica. De ideología republicana y anticlerical, se convirtió en una de las publicaciones con más difusión de su época. Su principal público eran las masas de obreros y trabajadores catalanas, a los que la ideología progresista de la revista incitaba contra el sistema monárquico de la Restauración. En la historia de La Campana de Gracia se encuentran numerosas referencias a L'Esquella de la Torratxa, la cual nació para salvar a La Campana de una suspensión gubernativa con los mismos colaboradores y dibujantes y los mismos formato, tamaño y composición que La Campana. Desde ese momento, la historia de las dos publicaciones se mezcla y confluye ya que compartieron editor, director, escritores, dibujantes e imprentas. En los últimos años, pasó a ser editada por el partido político ERC. La revista modificó su formato y fue más política que satírica, publicando artículos de los principales líderes de ese partido.

 

EL MUNDO CÓMICO

Es uno de los semanarios más populares que aparecen dentro de la multitud de publicaciones que surgieron en el Sexenio Democrático. José Luis Pellicer fue su colaborador más destacado, el cual, realizaba ilustraciones muy realistas, representando generalmente escenas costumbristas que satirizaban a los diferentes estamentos de la sociedad. Apenas tocaba los temas políticos, pero sí a personajes singulares de la época. Cuando desapareció, gran parte de sus colaboradores pasaron al naciente Madrid Cómico que, aunque sin utilizar el color y con menos vistosidad, logró un gran éxito de lectores gracias a sus importantes colaboradores literarios y a los populares “cabezones” realizados por Cilla en sus portadas.

 

 

 

 

LA ESQUELLA DE LA TORRATXA

Es una de las publicaciones más importantes del panorama periodístico español. Se publicó de forma ininterrumpida durante sesenta años. Por ella pasaron la gran mayoría de los dibujantes de prensa de su tiempo y algunos de los nombres más destacados del periodismo español, lo que la convierte en un reflejo de la evolución de los estilos artísticos y, especialmente, del arte de la caricatura. Siempre estuvo editada por la familia López, primero por Inocencio López Bernagossi, después por su hijo Antonio López Benturas, y finalmente por su nieto Rafael López Llausàs, lo que le confirió estabilidad editorial y un fuerte carácter republicano, que era la ideología de los propietarios. La revista luchó contra la censura y fue suspendida y castigada en numerosas ocasiones. Entre los periodistas y escritores que colaboraron con la revista destacan figuras como Serafí Pitarra, Conrad Roure o Albert Llanas.

 

GEDEÓN

Fue el semanario de sátira política más popular de finales del siglo XIX. Nació en Madrid fruto de la iniciativa de los intelectuales y escritores Luis Royo Villanova, Francisco Navarro Ledesma y José Roure. Su segundo propietario fue el Duque de Tovar, quien a su vez se lo vendió a Torcuato Luca de Tena, director de Blanco y Negro y ABC. Las caricaturas de Pedro Antonio Villahermosa, quien firmaba como Sileno y que procedía de la prensa diaria madrileña, fueron muy importantes en la revista. De su imaginación surgieron los dos personajes que serían el santo y seña del semanario: Gedeón y Calínez. Su éxito aumentó en 1898 con motivo de la guerra contra EEUU por las últimas colonias españolas de ultramar. Gedeón fue implacable en sus viñetas contra Sagasta, el entonces Presidente del Consejo de Ministros, y los miembros de su Partido Liberal. El semanario recibió denuncias y sufrió procesos y hasta alguna suspensión temporal. Su modelo de prensa satírica de carácter político será continuado por El mentidero (1913-1921), que funda Manuel Delgado Barreto.

 

 

EL DILUVIO: SUPLEMENTO ILUSTRADO

Suplemento semanal de estilo satírico editado en Barcelona durante 1904 y 1911 junto con el diario El Diluvio para competir con los otros diarios satíricos catalanes de la época. Su principal impulsor fue Manuel Busquets y contiene artículos, crónicas y caricaturas en los que se refleja de manera radical y vehemente la ideología republicana y anticlerical de la publicación con críticas y denuncias constantes contra los partidos que gobernaban en Madrid o el régimen monárquico. Entre los caricaturistas destacan Llorenç Brunet, Apa, Bon, Junoy y Luís Bagaría.

 

 

 

 

EL BE NEGRE

Fue una de las publicaciones de referencia entre los diarios satíricos catalanes tras la proclamación de la II República en 1931. De periodicidad semanal, imitaba el estilo de la revista francesa Le Canard Enchainé. Se realizaba en la biblioteca del Ateneu Barcelonés y era editada por López Llausás desde la Librería Catalònia y estaba vinculada al periódico La Publicitat y al partido Acció Catalana. A causa de sus numerosas campañas atacando y satirizando a diestra y siniestra sufrió múltiples denuncias, amenazas e incluso ataques y agresiones a sus redactores por parte de sus enemigos.

 

 

 

 

 

                CARICATURAS EXTRAÍDAS DE LA COLECCIÓN