Ilusión y esperanzaigGIQ ^ LlIH t B en esta mañana invernal : Lbom M de DIelembre *• 1952.--Aren kU d«. Rtiblne. le.-Teléfg. imj y El hombre de la c alie ante el sorteo de Navidad Oirá vez el 22 (te diMembre ante noiotro» y de nuevo virandn acelerada la rueda de ena fortuna que en Madrid lama a loa cvntro puntot cardifiíilM riot de oro y n«6n de detespe»»nri entre todos |vx españoles. Cuando el pregón familiar de la HOJA DEL LUNES recorra las calles coruñesas en su semanal vivir, un contrapunto monótono, cual rieja salmodia cargada de recuerdos, irá poniendo eco a estas linean. Vuelven lo» niño» del Colegio de San Ildefonso a recorda rn o« que, sobre el eje de ilusione» v esperanzas, se halla en plena tarea la ro(aeián del bombo. Y «uando la» pizarra» de lo» periódico» vayan llenando los intestos de esa cla>i/lcoctón campeón)! de la fortuna, sin que en ellos haga acto de presencia el punto poelfitio de la participación celoíflmenfe guardada, vol- La sonrisa del "limpia" d« turno de sus proyectos « inquioludes. habla con eloouenola ¡Que hay» sueptel (Kolo Blanco). , érán loV oioVa mirar deed el pri*ma ««rtamoi de citar. Tambtón a3 que ara-ira incontenible.'.' ¡VIAJAR! ¡VIAJAR! Con tU Oepeclo de mocettfn nórdico, empegado en la duro tarea de brillar lo» japato» «jciios, »<; halla ante nos»tro» un candidato a la fortuna. Partíripa con dic; duros. El Mbe bien que ti las (!echo» de tu ilusión alranroran le dia"fl teria dueAo de .175,000 péselo», ¡ün puñado como yara lon?ar la raja al aire y decir a los cliente» que buscaran otro servidor. . ..' Pero el hombre! con tui oeinfttréj «üo» plenot da eiperunras, no tiene cima de pacifico mortal. Qutilcra vír mundo, recorrer fierras nuevos en pos «fe (luci o campo pura el íxitO, .Surin ron montar un íiegocilo en países lejano», y volver aquí dttpués de triunfar. Para *l. Hería lo lotería un tram|5i»iin y en su cambio de postura, al H'ejíir ya de/inuivamente esa dura faeen del terviclo humilde, tomaria nueteos rumbos hacia oi^n» tierra». VS HOMBRE LOCALISTA Y jin •{niat a;jen«» unos puso», antè UQfHíus ,ln uruf ie esn moiieJa yue de cuyo interior /»«bt Dio» qui brebaje va a talir.', la figura timpdtica del "barman" coruüé». pro/undamentt corufié», porque lo que primero nos di¬ ce es que, tuviera lo que tuviera no ficil alcance. Por «José Blanco Díaz «bandonarío la ciudad por nada del mundo. E.rltte lo que muy bi"» pudiera llamarse "complejo de Obelitco" y que no e« jlno r»e afán deliberado de gran parle de nototrot —y me incluyo— por permanecer en la »in par Corufta ha»fa el final de nuestros día». Etle tt el caso del hombre de la chaquellllo blanca. El evolucionaría, trataría de abrir en tu ciudad ete magnifico eafi con que sueña y al que ya le tiene buteado hatta local. Afirma nuestro hombre que Amírlca e»ld aqui y que no e» predio echarte fronteras a la espalda para triunfar. Una concepción localista de las cosa», le hace pensar en una participación de dotcienlae pe.seta» que tu podre te jugó porque '"la corazonada" tambKn puede lo tuyo, i ¡Y ASI, OTRO ARO..,! SI; otro año de vida que se nos queda atrás. Otro año lleno de inquiefnde» vencida» y tarea» realizada». La vida tigue, y bien poco valdría »i no ettuvlera esmaltada por I« ilueión y la esperanzo. La fortuna podrá esquivamos Ae nuevo y lo» bello» sueño* se difuminaran ante el jarro de agua fría de la realidad, pero lo que nadie puede quiíarno» yo e» ete gozoto vivir con lot ojot puestos en la difícil meta de la /an(a»ta. SI el cajero ha de seguir peleando en la enmarañada tarea de lat diferencias, el limplabota» en la ingrata labor de »u o/icio y el "barman" en la tnltlón diaria de "infoarfoación" coleelira, lo que no puede negdrtenot et que la dicho tln par de etfot preámbulo» lleno» de ilueionet no podrd burtdrtela nadie a ninguno de tllot, y que otra vez, cuando llegue el anuncio de un nuevo torteo, terdn ellot miemos quienet pongan difícil a fodoe el conteguir la to fiada participación para la que yo va hacien-fo falta empezar a pentae desde ahora porque cada «ez retulfo mil» inasequible tu logro. Y e» que la fortuna, cuanto md» inabordable, md» grato no» hace tu di- Toda una nueva provincia petrolilera apareció en Millares de personas practican perforaciones de hasta dos mil y tres mil metros de profundidad Surgen los millón arlos de la noche a la mañana La cafct.ersi para recibir funciona a toda presión y los Animo» se hallan bien dispuestos el "gordo", j Estamos «nt.o un onndldalo a propietario de graii barra americana. (Folo Blanco) Otr» reí en América —el ptls de lae BT«nde« potlbilldades— «urge la fiebre del oro, En esta ocasión es oro liquido —i petróleo!—. Son millares los Individuos 7 las grandes compaAlr^ que han Invadido una reglón hasta ahora arenal seco y desde hace un afto, enfebrecido país, para perforar aquí y allà centenares de profundos troqueles, hasta dos y tres mil metros de profundidad, en terrenos de formación arcaica — antiguo lecho de un prehistórico mar desaparecido hace millones de aftot y enterrado a miles de metros de profundidad — para encontrar petróleo que brota a chorros de una riqueza extraordinaria. Se trata de una región enorme comprendida entre lo* Estados de Montana y Dakota del Norte, así como a caballo de la frontera meridional del Canadà — en plena cuenca del Missouri — donde un audaz emprendedor llamado Jacobsen, de cerca de dos metros