LOS M ACABEOS iber nroccdcr sionipro honimlaintínlp; S(i onoifíulloco de no haber so, « en íj!6 IV o la mas . los y la li , sifiuiera he conloslado á la ór|)on Juan Prim disponía pasase Yo no he reconocido rno, hijo de una Mi leal hisloria miello. Cuenlo cuarenla años por día: juré mi bandera Me en el Kegimienlo de Zamora, ¡* llegue hasta ponerme los tres galode dia m m„ v u VraSel'i te techo la guerra civil de »lLs de Yfec?¡iimida(i de ia Mm, derraman deset les Ldiende I sangre en cien cómbales en los campos de í^0 ^.íírv" siendo cinco veces herido: en se* »cionÍSe-Í I ice V ^m la cain',afia ?onlra l0S *¿»o de Isabel 11, entonces lamb.en coa- ia sin ! ,e" Ï ron otra -coalición repugnante: cuatro «SligadWsde ceñirla ft.ja de Mariscal de ^ÏCoïe porprime.um.la honm deofre. "e se B pprsenalraeftle a los pies dmj S M.; wiceirae pi I acusar de haber -oí t:t 5-^ ni Inlas anlesalasdePaia. lles nletil «i en las de los ministerios: he desem"•^i^Bàdo mandos de importancia en circunstanpuede¿s(liricilcs, defendiendo el orden en Jaén y Ma'edeéli l como Comandante general: he estado en •; \tVica á cu va campaña fui el primero en el te, estáiWrpo de ejércilo de vanguardia, turnando parP^vistaeen la primera acción que se dio, la del Serhan lleillo v permanticiendo allí con el mando de una pronuiicitdivision hasta cuatro meses después de ter)troy segLniirse la campaña; mande mas larde la exilerese4etlicion que fué á Méjico y se apoderó de Verasonale^Éruz: he desempeñado las capitanías genérale? para k íe Madrid, Barcelona y Valencia: en Madrid tarsiia¿ve que oponerme á los manejos de un geneexislenlial siempre turbulento, que quiso separar de ;on susis deberes al regimiento de Saboya: en Vaos qaüiiilencia también tuve que combatir las intrigas mi y set k .mismo general, que ayudado de otros» preen noDiüfemlieron sublevarme las tropas: siempre mi munilispada se ha desenvainado para defender el gr#wbie!'fto mimbrado por la reina, y nunca he doks liérraslrado traldoramenle á mis subordinados le Eípan|)ara que combatan lo que habían jurado sosla dignitaer. Por i último, jamás me he pronunciado a defeiiln contra de gobiernos liigílimos: circunslanislos aiil|ia que demuestra lo ajustada que ha sido Europa.iienipre mi conducta á lo que constituye la • la a4-nniera obligación de un militar; ser subor- frenle finado. adopuei Por eso tal vez, mi carrera ha sido ménos pueda (jppida que otras; pero por eso también paesubord* levantar mi frente muy alta; mirar con des¡, efayieíi los encubramientos debidos á faltas que 0 y^tte avergonzarla de haber cometido, y negar 1 de # obediencia k poderes militares usurpadores. , princfesde que juré mi bandera como cadete, hasidos a u que al cesar en el mando de Valencia fui de Ri'"1 iau a dar cuenta ala reina del desempeño Prim. es mi cargo, no hay en mi vida mancha algu3 entro *. Mmo habia de haber empeñado mi hislo- losifls ^ indita,. C()n la debilidad de reconocer álo )s sin. P ^V, se llama gobierno en Españal sid0-ja! . . íIlIe ha lftñÍdo la fortuna de servir ^!flfna10 de doñi' ^abel 11, sin contaPl'tn onp V1 ^ ^P'0 de desacordadas am- «I ® S!¡h d? Clemente y con dig- un S fas 'ad0 de su reina' Por m^ las m Sí CKÍftUn0S cuantos' aveziidos à urdirlas en y ít ^ f^idos y con el desenfado '^mpS^ ^ aleiaí,í> momentánea^ dete Vde lrono de San Fernando á la herede- 16 b ^ vol nh l^ltiínid^ (|e su derecho v por ¡ación eXp,*eáa' y reilerada en ^rt¿s; de t teïito1 ^is; .sépal0 61 ejércit0: ese ^ y 0 XÏ^H a lCUï^,nmensa mayoría ha sido sor!' iJ0 mi in el.exit0 de una menguada suble- ahora iniCÍilda p0r un i:uerP0 ^m hask fué _ l.a ^servado sus honrosas tradi- L otras mí12 a |,or-,os Hue ya habían explo- elan anas les i? U^ofuJI lSU- Pr(,veeho. Esa sublevación no ï e^i ^ue, vigorosa y tenazmente combati¬ da, por causas que no es de este momento discutir, entre las cuales figura como la principal la de no haber tenido libertad de obrar los que podían hacerlo. De otro rnodo' y habiendo permanecido como permanecieron fieles a la reina las tropas de Aragón, Cataluña, Valencia, Castilla la Nueva, Castilla la Vieja, Galicia, Extremadura, Provincias Vascongadas y Navarra, distinto habría sido el resultado de la revolución. A los valientes que componían las fuerzas de esos distritos militares, á mis compañeros de armas, se dirijen principalmente mis palabras; quiero que ellos, leales como yo, comprendan que el decreto que me borra de sus filas es uno de los abusos (¡el poder bastardo que hoy domina en España, y que reconoce por única causa el que los ambiciosos, los ingratos, los revolucionarios, no pueden mirar sin ira, ni aun de lejos, á los que no han incurrido en sus mismos defectos. Por lo demás, el pais puede juzgar el patriótico desinterés de la revoluciun, al ver á Don Juan Prim nombrado por el gobierno provisional, de que forma parte, capitán general de ejército. ¡Brillante modo de dar ejemplo de subordinación! ¡Ponerse los tres entorchados por haber contribuido á subvertir el orden! La revolución que ha ocurrido en España no puede satisfacer á los intereses conservadores, porque ha atacado la legitimidad y hasta compromelido la unidad religiosa que existia al par de la unidad monárquica: tampoco puede satisfacer á los demócratas, á quienes ha tratado y trata con un rigor al cual no tiene derecho porque, después de haber logrado el mando, les dió armas para que la ayudaran á consolidarse, y cuando se consolidó", les fusila inhumanamente para quitárselas. Cádiz y Málaga son cruentos lesligos de la verdad de esta aserción. El gobierno provisional, algunos de cuyos individuos nos acusaban el 10 de Abril de 18í>4 de tirania ha hecho en esas dos poblaciones lo que nosotros jamás hemos pensado siquiera. Ved ahí la ley de la expiación, de la que-en vano pretenderá el gobierno provisional apartarse. Los conservadores le detestan; los demócratas le miran con horror. ¿Quién queda à su lado? Sus hechuras, sus patrocinados solamente. Y no puede ser otra cosa. El propósito de ese gobierno es entregar la soberbia nación española á un rey extranjero: la nación de las Navas, la que se batió siete siglos por su independendeuda, la de San Quinlin y Trafalgar, la del 2 de Mayo de ÍÍÍ08, la que ha sembrado el mundo con los cadáveres de sus bravos soldados va, para que viva España con honra, mendigando un rey de puerta en puerta; un rey que no hable nuestra lengua, un rey extranjero, pero que conserve à D. Juan Prim y al duque de la Torre sus entorchados, sus cruces, sus honores, sus títulos. Esto no sucederá: ni el pueblo ni el ejército lo consentirán, pues los grandes pueblos no toleran las grandes iniquidades, porque la idea de la justicia está grababa por el dedo de Dios en el corazón de todos los hombres'. La expiación vendrá: vendrà sin remedio. Acaso tarde ménos que lo que algunos desearían. Entre tanto mi espada está y estará siempre al lado de los buenos y al servicio de mi reina. París 2t de Enero de 1869 — El teniente general, Manuel Gasset.» El Adelante, que ha pasado desapercibida una indicación importante relativa á la ilegalidad con que uno de sus redactores desempeña el cargo de Alcalde, sale á la defensa del nuevo Gefe de la sección de fomento de esta provincia; y sin contradecir qué este funcionario sea natural de la misma y carezca de. los requisiiós exigidos en el decreto, de creación de estas secciones, pretende jusiilicar su nombramiento acogiéndose á' olro "decreto del Gobierno provisional derogando las disposiciones antes vjgtynlés para el ingreso en las carreras civiles. Conociendo, como conocíamos, este (lámante decreto, que á la legalidad existente sustituyó la wbürariedad mimterml, no creíamos, ni podemos creer que la mente del- Gobierno haya sido anular todas las disposiciones existentes sobre ingreso y ascenso en la carrera de la Administración civil económica, hasta las especiales de organización de algunos ramos; porque en tai caso podria suceder que se nombrase leijalmenle oficial letrado de la Administración de hacienda (por ejemplo) á un individuo que no fue* se tal letrado, ó Contador de fondos provincia* les, ó Secretario de Diputación, á cualquier estudiantino ó escribiente, que careciese de aptitud legal para obtener estos cargos, que exigen requisitos especiales. Persuadidos de que el famoso decreto provisional no puede tener tan elástica interpretación y de que solo ha derogado las disposiciones generales dictadas para el ingreso y ascensos en los destinos administrativos, insistimos, con permiso del Adelante, en la opinión de que el nombramiento de dicho gefe es ilegal y muy parecido al de cierto Juez de primera instancia, que, según cuentan, no era abogado Si nuestra opinión fuese desacertada lo sentiríamos por el Gobierno provisional, como sentimos que el Adelante haya incurrido en el crasísimo error de considerar como ley de Gobiernos moderados el decreto á que nosotros aludimos, fechado (por si no lo sabe) en 12 de Junio de 1859, época en que el país estaba regido por un Gobierno llamado entonces de unión liberal. 1 Del Escudo Católico tomamos lo siguiente: El orden ha continuado inalterable durante las elecciones. Así hablan algunos periódicos de conocidos matices polítícoá.' Es preciso en verdad ignorar lo que ha pasado ó negar á sabiendas la historia de las elecciones, üigalo sino la misma prensa. «Los primeros electores neos que se acercaron á los colegios fueron insultados por los numerosos liberales que tenían asediadas las localidades, impidiéndoles el paso, negándosele, si no aceptaban papeletas de candidatos liberales. Asi tuvieron que retirarse varios sacerdotes à quienes se negó la entrada, dicléndoles los solícitos guardiañ'eH: «A rezar á la iglesia los neos y los curas y los sacristanes no tienen derecho de electores.» Asi escriben de Palència á El Pensamiento Español. «El primer día fueron apaleados é insultados varios electores y cohibidos por grupos que impedían la entrada en los colegios á los que no eran desús opiniones» Asi habla Estandarte sobre las eleciones de Cuenca. «En fin hablen Navarra, Toledo, Burgos, torlosa, Segòvia, Santander, Salamanca, Aranjuez y. otros mil puntos de los qm no po1 demos hablar por no saber el resultado de I las elecciones. No queremos cansarnos en fcablar de esa influencia ejercida en las úSíïraas elecciones, el acto mas mimado del sistema parlamentario. , - Abrid, pues, ya los ojos, hombres ilusos: tres meses os han puçsto peor que el gran Turco. Y esto no es nuevo: mandando liberales siempre es lo raesmo. Religión, Dios y culta necios atacan: inquietan las conciencias1, no hay honra salva. Huyen los ricos, porque vida y hacienda» penden de un hilo. Dos motines por día, ' robos .sin cuento,