PLORES Y ABEJAS • ¡Sé que no está tu padre y en ese caso Como rae abras la puerta subo a tu casa! Se negó en un principio, más ya se sabe Que insistiendo se logra buen resultado. Se asomó con ua hilo, me echó una llave Y á los pocos momentos llegué á su lado. ¡Cuántas cosas hablamos tan deliciosas Juntitos con las manos entrelazadas!.... ¡Cuántas cosas hablamos, ¡ay! cuántas cosas.... Y esas sí que, de fijo, no eran bobadas! De pronto, y cuando estaba más distraído; Llamaron á la puerta de la escalera. —¡Es mi padre, me dijo! -¡Pues me he lucido! —¡Qué conflicto, Dios mió! ¡Quién lo creyera! —¿Y qué hago yo, Rosita? ¿Dónde me meto? —¡Métete donde puedas! ¡Dios de mi vida! —¡Pero es que si me escondo, te comprometo! —¡Pues bien, en ese oaso, vete enseguida! ■ Dmia «IM/Irt lisrtit fÍA*w-l/\V «\' o ¡\*\Ar\ l^.i^mf De un salto desde arriba llegué á la acera. * * Al verme, al cabo, libre del compromiso dije, viendo la altura de una buhardilla: —¡Caracoles! ¡Si viven en cuarto piso, Al salir de este modo me hago tortilla! Piacro YRAYZOZ. -^89» HISTORIA VULGAR Á Alfonso Martin. La vi una tarde cuando el sol moría, bella como una flor, llegó la noche y en su rostro había la huella del dolor. Por mis ojos cruzó lágrima ardiente que hizo el dolor brotar, cuando á mi oído murmuró la gente: acaba de espirar. Loco, anhelante, con la planta incierta en su busc:i corrí, el carro de los muertos vi á la puerta: ¡su cuerpo estaba allí! M. VlLLANUEVA. ^a. Il_^. ORATORIA Oratoria política Señores diputados: Ante todo, debo hacer una aclaración para que no se interpreten de torcido modo los actos del partido con cuya jefatura me honro. Nosotros, al venir al santuario de las leyes á combatir el sufragio, no lo hacemos por sistema, no lo hacemos por espíritu de escuela, lo hacemos, porque con esa ley, al parecer tan democrática, se vá á parar i la tiranía, sí, á la tiranía de las muchedumbres que es mil veces peor que la tiranía de los déspotas. {Atronadores aplausos en la minoría conservadora. Oratoria sagrada. Queridos hermanos míos en Jesucristo: ¡Qué sublime abnegación encierran las palabras de Job cuando ,-ice: nudtis cgressus sum nieto matris urca, et nudus evertar illno Dominus dedil, Dominus abstulit: sicut vomino placuit, itafaetum est: sit nomen Domini bencwttm. (1). (Job cap. 1 vers. 21.) Oratoria académica. Señores académicos: Desde esta tribuna ocupada por tantos sabios encanecidos en el estudio, el más humilde de vuestros compañeros vá á daros cuenta de un descubrimiento que ha de cambiar la manera de ser de las ciencias en genera!, y ha de abrir nuevos horizontes á las ciencias naturajes (Sensación.) La cuadratura del círculo, la navegación submarina, la dirección de los globos y tantos otros problemas en cuya resolución inútilmente (?) se afanan inteligencias privilegiadas, no superan ni con mucho en importancia al descubrimiento de que voy á hablaros. (Sensación profundissssssima.) ¿Cuál es éste? Voy á satisfacer de una vez vuestra anhelosa curiosidad. Pues bien, he observado ¡asombraos señores académicos! he observado que el pedicuhs capitis ¡no tiene alas! ¡¡Aaaaaahü (rebuzno prolongado.) Oratoria forense. Señores magistrados: Dolorosa, dolorosísima, es la situación en que en este instante se halla colocado el ministerio público. Y digo dolorísima, porque me veo precisado á pedir á ese sabio tribunal, imponga al procesado la más dura, la más terrible de las penas que el Código penal consigna en sus páginas. El representante de la ley, ha seguido paso á paso las diligencias sumariales, se ha empapado (digámoslo así) en las declaraciones testificales, ha escudriñado hasta en lo más recóndito las páginas del sumario, y de esta labor lenta y concienzuda, ha sacado la convicción íntima de dos cosas: primera, de que el autor del horrendo crimen que se persigue es el desgraciado que hoy se sienta en el banquillo de los delincuentes; y segunda, de que cuando el misterio envuelve á un crimen y la justicia de los hombres es impotente para hallar al reo, está la providencia, que guiando por camino recto y seguro á los que en este mundo tienen la sublime misión de administrar justicia, convierte en raudales de luz lo que antes era un mundo de tinieblas (Profunda sensación.) Oratoria de meeting. Compañeros: El objeto que se ha propuesto la comisión al reunimos on amigable consorcio en este local, no ha sido otro, que el de estudiar los medios de mejorar en lo posible la respetable (?) clase de zapateros remendones. La sociedad moderna, positivista por naturaleza, no tiene para nosotros más que miradas desdeñosas, palabras despreciativas. ¡Infeliz! ¿Qué sería de ella sin nosotros? ¿Qué sería de una sociedad si no existieran tacones y medias suelas? (Grandes aplausos.) Por los oradores Arturo CLAVERIA. ÁNDATE CON RISITAS í i1) ¿Han entendido VV. algo? ¿No? Pues yo... lampoco, Carta que ayer recibí por el correo interior, pidiéndome por favor el que la publique aquí. • Señor Martín don Alfonso: mucho me extraña que hablarme en verso ó prosa se atreva, sabiendo usted como sabe, que le detesto por feo desde hace tiempo bastante. ¿Tiene usté envidia quizás porque ha visto pasearme la calle á, un chico gentil, guapo, rico y elegante? ¿O es que está desesperado porque no quise aceptarle? Pues sepa usted don Alfonso, que yo nunca quise frailes, y sí muchachos de buten.