Año I. — IST-úmero 14. lïlanilestaciones del BoBer-daBor Teruel i| Agosto l93l. En nuestra visita de boy al señor Ninet, nos ha dicho lo siguiente: Los diputados señores Vilatela, Feced e Iranzo, me dirigen una respetuosa epístola desde «República» sobre unas recientes declaraciones mías, que aprovechan para retrotraerse a la última campaña electo ral y a mi supuesta intervención en la misma, cosa que no consignaron como era su deber en las actas y protestas del escrutinio general. Pero como aquellas fueron declaradas a alusiones lizando con anterioridad y que en período electoral solo salí dos días, estando para ello autorizado por quien podía hacerlo y lo que es más concreto, que los pueblos visitados por mí, fué donde la candidatura que según ellos era por mí protegida, es donde tuvieron menos votos los candidatos. Tengo además en mi poder y para mi satisfacción, cuatro cartas de otros tantos candidatos derrotados que me felicitan y agradecen mi leves y con ello, según dijo el señor i gestión, y ésto para mí, vale mucho Vilatela, habían quedado mal con más y tiene más imp0rtancia que el Bajo Aragón, interesaba un blan co para darles satisiacción a los de la Tierra Baja y éste lo han hallado en mí, aprovechándose de su inmunidad parlamentaria para pedir mi destitución y ver la posibilidad de ofrecer mi cargo al candidato derrotado, señor Sauras, según lo propuesto por el Centro Republicano de Àguaviva. No ès que le tenga ninguna clase de apego al cargo, porque afortunadamente puedo prescindir de él y puedo decir para mi satisfacción que me fué concedido por estimar el Gobierno de la República útiles mis servicios para su consolidación y ello — porqué no decirlo? — fué para mi una íntima- satisfacción y fué mayor al notar la buena aco1gida indispéñsada por - todos los turolenses hasta en vísperas de las elecciones, que incluso el señor Vilatela no estimaba, como ahora, funesta mi actuación para la provincia, y que a pesar de ello su criterio no está dé acuerdo ni aun ahora> con las- múltiples, pruebas de adhesión que continuamente recibo y que de no ser así, sabría cual era mi obligación. Esta íntima satisfacción ha sido para mi todavía mayor, cuando durante mi estancia en ésta se me han ofrecido tres gobiernos por si quería permutar y todos ' de mayor importancia que el" actual, cosa que decliné por razones , que no es del caso explicar y que tampoco estimarían mis enemigos diputados. Conreferencia a mi conducta con los pueblos y en particular al asunto de Más de las Matas, pueden estar seguros los señores diputados que me replican, que si en lugar de dar áncoras a los que están en la ilegalidad hubiesen invitado a aquellos concejales — como yo lo hize — a que se posesionaran de sus cargos, seguramente a estas horas no serían procesados ni habría motivo dï protestas. La República señores diputados, impone este deber y más al señor Vilatela, que como letrado, sabe que el desacato es materia punible como así lo ha estimado el señor juez que decretó dicho procesamiento, y lo grande del caso es que algunos Centros Republicanos que alude el señor Vilatela protestan de mi y no aconsejan a sus amigos que se pongan dentro de la Ley con lo cual además, podrían defender los intereses que les estan encomendados fiscalizando la labor que puedan realizar sus enemigos políticos en los pueblos respectivos. Es falso cuanto dicen sobre reuniones celebradas para fines electorales con los ex diputados monárquicos, porque a ellas tal vez hubiere invitado al señor Vilatela ya que desconozco quienes eran los demás. Lo que hay, es que mi despacho está abierto para todos sin pedir la cédula o filiación a quienes vienen a ofrecerse o a interesar algo, sea modesto o privilegiado, sea religioso o sea demagogo, quienes han dejado de venir, han sido pretásamenre ios señores diputados de Ja llamada candidatura popular y algunos inseparables suyos, sin que nsdie les haya dado lugar a ial alejamiento. De mis viajes a ios pueblos, sabe toda la provincia que los venía rea- Macario Crespo Cebrián ñpte k mm lícitos y mm do incBQiIios Representaciones: De Ayuntamientos, Socie^ dades mineras y Empresas particulares. Militailo de Mi pasivas } [obro íe [réditos Asuntos en la Junta de Transportes mecánicos rodados en automóvil. Agencia de Negocios: Ronda de Víctor Pruneda, 11 TERUEL las diatribas de los triunfantes. Además, mi conciencia republicana no se resiente por la calidad de los que me felicitan, sino al contrario, porque felicitaciones las he recibido de los propios ministros, de los obreros, de los republicanos de toda la vida, e incluso del señor obispo y ésto, no está muy de acuerdo con lo que suponen los articulistas de «República». De ética política, no necesito lecciones y mucho menos de los que hace cuatro días se llaman republicanos, porque probablemente algunas veces, mientras el señor Vilatela se hallaba politiqueando como monárquico en estos pueblos siendo Diputado provincial y el séñor Feced ex candidato romanonista por _Montaíbán, el gobernador que así habla, puede que se hallara en la cárcel y repetidamente multado por sus convicciones republicanas y és también seguro que mientras el líder de la candidatura popular, no soñaba ni en que la República pudiera llegar, el gobernador rehusaba de la monarquía la vara de alcalde de una Ciudad de 50.000 almas. Digo todo ésto — dice el ' señor Niñet^que jamás lo hubiese recordado, para demostrar a 'mis contradictores que no -necesito patentes de republicanismo. Y terminó diciendo, que más valiera que los señores Diputados por Teruel, en lugar de perder el tiempo en política menuda., y personal, que solo encona odios y pasiones, se desvelaran por el engrandecimiento y progreso de la provincia que bien se lo merece y lo necesita y que nunca como ahora tienen a propósito con él nuevo Régimen. Formar ciudadanos que tengan un alto concepto del deber para que la República no se pierda p~or los extremismos de la gente ignorante y mal conducida. Esto es laborar por el bien de la Patria y es además la única manera que podrán merecer el pláceme de sus electores los Diputados de esta provincia. INSTANTÁNEAS t Del Cuartel a la Eseuel e i Se ruega encarecida^ mente a todos los suscriptores de este sema* nario que, a la mayor brevedad, remitan el importen de la suscripción correspondiente a los meses de Mayo, Junio y Julio, al señor admú nistrador don Luciano Bescós, domiciliado en esta capital, calle Muñoz Degrain, 28, pral. , debiendo hacerlo por giro postal, o en sellos de Correos. Los señores suscriptores deben tener presente que el importe de la suscripción es de 2 pías, trimestre. Pida, ixdl «Rossi» Durante la ímproba y laboriosa gestión de nuestra República, no existía un solo orador propagandista de la idea política, que al cantar las ventajas del régimen republicano sobre el régimen monárquico, no levantara un pedestal de magia sentimental, convirtiendo, por la pureza de su programa, las fortalezas guerreras en centros de cultura y de arte. • Esos lugares, donde se aprisionaba al pueblo en general y más aún al pueblo humilde que no gozaba de unas pesetas para redimirse de la exclavitud del cuartel, pronto serían fuente purísima donde los hijos del pueblo trabajador beberían las aguas de una emancipación única, para alcanzar el logro de sus reivindicaciones morales, principio de un fin ideal de la humanidad. Tirios y troyanos, batíamos palmas al bello poema de iraternidad, y es nuestro mayor anhelo revolucionario dejar de luchar con el fusil, para trabajar con la inteligencia; abandonar el cuartel, para acercarnos a la escuela; desertar dé las filas militares pára engrosar . con nuestra ciencia literaria o arte .^manual los batallones de obreros "de la producción; sustituir nuestras escasas fuerzas físicas, por la luz invencible de la razón; en suma, preparar a la sociedad modérna para nuevas revoluciones sociales, con una sensibilidad de amor que no precise el auxilio de la dinamita. En nuestra ciudad ha tiempo que desapareció lá guarnición militar y con ello quedó sin empleo útil algunò para el pueblo turóleñse el Cuartel de Carmelitas, - construido con grave quebranto para la economía del' Ayuntamiento y hace unos días que la prensa local «La -Voz de Teruel» y este periódico abogan porque se le dé un destino práctico al edificio en cuestión y entre las muchas necesidades que núes-, tro pueblo puede ver satisíechas con el empleo de este edificio, dudo haya nada tañ en armonía con las de destinarlo al establecimiento en sus salones de una Escuela de Artes y Oficios. Así se conseguiría plasmar en realidad tangible esos gritos famosos que pregonaban llenos de virilidad la necesidad de nuestra revolución política y éste por sí solo puede escudar con honradez inmaculada la buena voluntad de redención que alienta en el hondo sentir de nuestras autoridades. Sabemos que el señor Balaguer, al frente de una comisión gestora, tiene hechas algunas investigaciones para conseguir el asíablecimiento de este Centro de enseñanza profesional, pero diversos motivos han privado del éxito de su labor y como el pueblo espera verles vencedores en su empeño, no hay duda que Teruel en pleno les alentará más y más si su acierto quedara hermanado con las posibilidades de la economía municipal, pues sabido es que si esta entidad popular cede actualmente los ingresos de arriendo de aquellos locales a una sociedad deportiva, mediante una fórmula de administración, mucho mejor lo puede hacer, tratándose de una Escuela, ya que las circunstancias le permiten poder subvencionar su funcionamiento sin nuevo gravamen para sus presupuestos. Y como este asunto se roza con los beneficios que actualmente disfruta la Sociedad «El Rápid», para que no queden cabos sueltos, diremos a esos elementos deportistas que en seguida se enfadan cuando les han dicho una verdad refrendada y ampliada por su secretario en «República», que nada nos anima para ir contra la mencionada Sociedad y que reconocemos y aplaudimos de buena fé sus fines, y si la holgura del edificio a que nos referimos lo permite, ahora y siempre no seremos nosotros quienes pidamos se les prive del apoyo que por este medio se les pueda prestar, si en ello no se perjudican otras atenciones más útiles y más necesarias. Juan J. Vicente ñcto en el Centro Re publicano Radical Oréanízado por este Centro y Juventud Republicana Radical, esta noclie, a las diez, en los salones de dickas Sociedades, dará una conferencia don Fernando Aragón Gómez, periodista y candidato revolucionario por Zaragoza en las' pasadas, elecciones, acerca del tema «Aspiraciones políticas, reliáiosas y sociales del pueblo átite la Repúbliea». Para dicko" acto Kaii sido invitados la C. N. T. y U. G. T £1 acto será público. Datos úemogrático saDitarios urospoDdieotes a la capital y relativos a la semaiiap terminó el No 1» Número de nacidos vivos en la semana, 5. Número de nacidos muertos en la semana, ninguno. Número de tallecidos por todas causas y edades, 4. Número de fallecidos de menos de un año, 2. Casos de enfermedades infecto contagiosas, ditteria, un caso; fie bre tifoidea, un caso. Teruel 10 de Agosto de 1931,— El inspector provincial de Sanidad, J. Pardo Gayoso. Anuncie eiv «El Turia» Dos fechas. Entre las dos techas una España que muere y una España que nace. El pasado y el presente. La España tradicional y la España moderna. Generación tras generación va deslizándose de la primera para acercarse más hacia la segunda. Y cada generación con mayor intensidad. À medida que han pasado los años España se ha transformado. Su Tabor fué el 14 de Abril de 1931. De esa fecha arranca el porvenir de la nueva España. Pero para llegar a ese Tabor de transfiguración radical, ¡cuántas luchas! ¡cuántas inquietudes! y ¡cuántas zozobras! Los que hemos arriesgado nuestra pluma y nuestra voluntad, lo sabemos. Punto de arranque de la nueva España el año 1898. Fecha fatídica y vergonzosa para la España secular, para la España de ayer, España perdió sus últimos baluartes coloniales de América y Oceania. El imperio de ayer, que no se ponía el sol, quedó reducido a poco más a su piel de toro, ya fragmentada. La conciencia liberal de España despertó. Poco aún, pero resonó el primer aldabonazo de crítica meditada. El grito puso una parte de España en pie. Pero España se nutría más de tradición que de liberalismo en aquella fecha. Pero este fué el punto de arranque para que cada nueva generación que se adhería a la sociedad española, afirmase el concepto de la crítica La generación inicial del 98 lo comprendió y lo dijo. Las juventudes se laceraron por los últimos es tallidos de una guerra colonial in comprensiva. Y al volver de esta lucha inicua, con la vergüenza de la derrota y el alma y el cuerpo anegados de dolores y sufrimientos físicos y morales, reaccionaron. Al regresar a su nativo lugar hallaron la mezquindad de la vida española, con la pobreza de los campos mustios y la miseria de los hogares. Y el dolor que había lacerado el alma, aumentó ante la miseria que hallaban a su regreso. Y comenzó desde aquel momento a edificarse la conciencia de la nueva España. Comenzaron unos cuantos cerebros a meditar cuerdamente. Sonaron por primera vez la palabra responsabilidades. Se debatieron éstas. Pero como las Cortes eran una farsa grotesca, éstas se burlaron por primera vez. Pero la semilla cayó en el surco. Comenzó a abonarse el terreno de la vieja España. Cada vez que se fraguaban nuevas responsabilidades, y las injusticias y arbitrariedades políticas y sociales, aumentaban, la España tradicional y monárquica perdía la simpatía de las juventudes. Lá lectura y la palabra hizo también sus efectos. Todos los escritos del 98 encauzaron su labor en desprestigiar la España de ayer para hacer una España nueva. Léase a «Azorín», a Valle Inclán, a Pío Baroja, a Blasco Ibáñez. Las juventudes ya no nacían tan analfabéticas como las anteriores. Leían más cada vez, contra la incomprensión de los de arriba que no apoyaban la enseñanza popular. 7 la palabra, como semilla más fecunda, hizo su reivindicación, despertando conciencia y haciendo abrir los ojos de la ceguera de la incomprensión atávica. 7 llegaron nuevas generaciones. Cada vez se hallaban más lejos de sus antepasados. Vieron la futileza de sus padres. 7 se burlaron de su farsa en luchas fraíicidas y en estancamientos medievales. ¿Qué pasó? Otra nueva responsabilidad monárquica. La semama trágica de Barcelona. La víctimas como Ferrer, E! libre pensamiento. Las escuelas laicas como la fundada en Madrid por Giner de los Ríos. ¡Responsabilidades, responsabili¬ dades!, gritaba por segunda vez ei pueblo español después de- lo ^ Marruecos y de la semana trágica. Pero las responsabilidedes se escamotearon de nuevo. Las Cortes seguían la misma táctica. Los partidos políticos de su monarquia eran % un testaferro de una soberanía ab- j**surda y falaz. El pueblo comprensi- 1 vo y responsable no compartía con 1 _ tan falaz tragedia. La mayoría àe\ censo no votaba por no cooperar a I tal felonía. 7 la monarquía se vió cada vez 1 más sola. La oposición era lo más elocuente y vital de la nación. En la monarquía solo estaba lo caduco y lo podrido. Lo nuevo, las nuevas inteligencias se fueron hacia los partidos republicanos y socialistas, y lo que la monarquía perdía lo ganaba el espíritu republicano. . 7 vino otro periodo turbu/ento. Otra vez Marruecos. Era el año v , 1921, de fatídica memoria. La juventud fué contra su voluntad a morir • inicuamente bajo el térrido sol africano. España se llenó de llanto. Se pidieron de nuevo responsabilidades. 7 otra vez sonó una carcajada en la altivez monárquica y sus secuaces. Pero con todo ésto España renacía. Cada día los ojos se abrían a la realidad. La prensa comenzó sus campañas. La prensa comenzó a llegar a todos los rincones de la Península. Donde no había una escuela porque los gobiernos no les convenía que las hubiese, había vm'. puñado de periódicos que relataban y recriminaban lo que en España ' sucedía. 7 cada periódico que eiv-^ traba en los pueblos era una verdad que separaba la España vieja de la que estaba naciendo. 7 cuando ya España comenzó a razonar y a pensar, vinieron a romperse los postreros resorres de la Constitución vigente. Se implantó una dictadura para que aquella España que comenzaba a capacitarse de su voluntad, se subyugase bajo la espuela taimada de un militarismo grotesco. 7 superficialmente España retro- ¥: i I cedió un siglo. Una tiranía feudal . V y avasalladora oprimió la concien-|2^ cié durante siete años, sin piedad para nadie. Se implantó un régimen despótico y cruel. No sonaron más que clarines cuarteleros por todas partes. Pero esto, repito, no era más que superficialmente. La conciencia de España se hallaba despierta. El rescoldo de la democracia vivía en lí sociedad española. Cada tiraní» que se le imponía era un despertar más a su libertario deseo. Era como la íiera mansa que se deja oprimir/^ pero que en su interior sabe ence--^rrar los ideales más nobles. • l .7 vino lo que había de venir;