264 demos ser socios activos, si no á todos nos ha dado Dios un espíritu de caridad tan ardiente como se requiere para pertenecer á esta clase y tener siempre á la vista ael chariías patiens est; ¿quien se creerá dispensado de depositaren el arca del templo siquiera el ovólo que tan acepto nos dice el Evangèlic fué á los ojos de Dios? Conviene que todos nos apresuremos á suscribirnos por una cantidad mensual, corta, muy corta, si se quiere, pero alguna , porque' así como las corrientes de los grandes rios se componen de las pequeñas gotas que descienden de las nubes , así también las grandes limosnas vienen a formarse de los pequeños átomos con que cada uno contribuye; y ningún modo mas propio de ejercer la caridad: ahora, ahora sobre todo, en que el hambre asoma su macilenta faz por alguna de las provincias de España, y en que es fácil que también á nosotros nos visite : ahora, en que epidémias asoladoras amenazan hollar de huevo nuestras poblaciones mas hermosas , y de hecho aparecieron en algunas convirtiendo los jardines en cementerios, los rosales en cipreses, y las joyas de las señoras en vasos lacrimatorios y en urnas cinerarias. -.» •. . No temáis, no, que los fondos se inviertan en otra cosa sino en la beneficencia domiciliaria , pues ni para el culto se distrae ni un solo dracma; no temáis tampoco que los mismos pobres abusen del producto de vuestras limosnas, porque se las dan en géneros y no en dinero, y en artículos de necesidad y no de lujo. Acudid, acudid , Señores , y ademas de la limosna mensual que concedáis, haced algunas veces limosnas estraordinarias , que todas se reciben , no solo en dinero, sino en especie, los muebles mas inútiles, las ropas mas deterioradas, todo , todo es útil , porque hay quien carece hasta de eso , porque se puede recomponer y modificar, y hasta los trozos de lienzo mas usado sirven para aliviar los dolores del enfermo, aplicándole sus hilos separados ingeniosamente por la mano de la caridad- ; A Y vosotras, Señoras, que tanto ascendiente tenéis sobre nuestros corazones, procurad ablandarlos con vuestras palabras , que mayor mérito tendréis para el pobre y desvalido si al título de hermosas reunís el de piadosas y compapasivas que os hará parecer mas bellas : al examinar vuestras galas , cuando tratéis de adquirir alguna nueva no echéis en olvido que •hay muchos seres desgraciados que carecen hasta de lo mas necesario cuando vosotras disfrutáis de lo superíluo , que cuando os cubrís con preciosas telas , hay quien no tiene ni aun el mas indispensable vestido, que os adornáis con lujosos prendidos, con flores y guirnaldas mientras hay madres que carecen hasta de las fajas que necesitan sus hijos, y que al recrearos con armoniosos acentos , hay muchos seres que gimen en el retiro y el silencio, separados de la compañía de sus semejantes, y no llegando á sus oídos otra cosa que el lloro de sus hijos que les piden pan , y languidecen por no tenerlo, que los gemidos de sus moribundos padres, el luto v la desolación. Precedentes bien ilustres tenéis que imitar en las hijas predilectas de San 1 ¡cente de Paul, en las heroicas hermanas de la caridad, en las que arrostraron cou paciencia y con fortaleza los peligros y esposiciones de todas clases, llevando vi consuelo à todas partes, cubiertas con su modesto velo, lo misino ea los hospitales , que en las casas particulares . entre el estruendo de las