uo EL TIEMPO ILUSTRADO De la que ya murió y al lado vuestro Tétrica Soledad Dolor siniestro Solo consuelo es Dios La humana vida No bien amaneció cuando ya es ida Llévenos su raudal en el remanso De la piadosa muerte Hallan obrero y luchador descanso ¡ Oh Margarita" bella ¡ Oh Padres infelices por amantes Orad —Breves instantes__ Un paso más y os juntaréis con ella 1894 AL NUEVO OBISPO DE VER ACRUZ (ILMO SE PAGAZA Entre el Cofre y el piélago de Atlante Sentarás el aprisco á tu cayado Por Dios encomendado ¡ Bella región que el sol ama y fecunda Y á cuyo seno arranca Tesoro inagotable cultor libre De altivo corazón é índole franca A sus montes y valles El son llegó de tu rabel divino i Qué mucho que avasalles Animo y voluntad y tu ganado A quien al par tir voluntad se inclina Anhele ya por el Pastor amado Y la mies y el raudal de su doctrina Esto al oído en desmayados versos Mas con afecto vivo y de consuno Con mi tierra natal te dice alguno De sus antiguo^ pájaros dispersos 1895 Goncluirá \ IO se trata de ninguna zarzuela inmoral es un simple cuento con ribetes de verdad que pido permiso para narrar Que haya ó no sucedido el lector lo juzgará Para el que no haya visto á Juan José Payares que así se llama el héroe de esta historia voy á presentarlo de cuerpo entero como que le conozco desde que nací Con decir que hemos sido camaradas de infancia Aún tengo presentes en la memoria á los veinticinco chavalos que componíamos el plañí el de Misia Brígida formados en rueda y rezando el Bendito Mucha agua ha corrido por el puente de Anauco de entonces acá pero estoy convencido que hasta el mismo Juan José no dejará de recordar aquellos felices dias de la infancia que se presentan al espíritu envueltos en ame nos celajes de nacarados matices cuando el llanto se codea con la risa cuando la túñica de inocencia guardada sin mancilla por la amorosa madre precave el alma de los tropiezos y asperezas del camino ¡ Qnéjiiempos aquellos en que éramos cristianos Nuestras madres amigas y vecinas reuníanse de noche para rezar los cinco Misterios del día y al concluir las Letanías nos levnatábamos grandes y pequeños con una satisfacción en el corazón que era como la recompensa inmediata de nuestra oración Eran tiempos de gazmoñería y atraso Entonces no se conocían los botiquines y el brandy sólo se vendía para remedio pero en cam bio no había suicidios ni escúdalos ni tiros por las calles ni hogares deshonrados Un dia la excelente madre de Juan José se durmió en la paz del Señor y fué grande la misericordia que usó Dios con ella porque la verdad es que el Juan José de ahora no parece ni prójimo de aquei rubio querubín que ella dejó al volar al Cielo Enviado á Europa por un padre descreído frenético admirador de todo lo modi rao aprendió nuestro héroe á hablar alemau francés é inglés como cualquier muchas cosas que no le hacían falta entre otras una ver-daderaciencia de catador de aguardientes que sostiene y robustece una gran aflcion al licor No obstante hay que hacerle la justicia de reconocer que al caminar no forma eses como algunos de sus colegas se le ve siempre “sereno ” aunque colorado como un gallo de riña Un falcultativo amigo nuestro vástago también del plantel de Misia Brígida le ha recomendado muy seriamente que tenga ciridado al encender el cigarrillo porque cualquier dia va á prender como una lámpara de alcohol Pero quiá ni por esas Este es el Juan José de ahora Corría el año 189 y nos hallábamos vanos venezolanos en el “parlor” del Hotel Westminster en Nueva Yorh Juan José que es grande orador dé una logia masónica que se llama los Filántropos del Avila no dejó escapar esa Ocasión de disparatar y se lanzó en una improvisación sobre la libei’tad llena de teorías y sofismas —Oigaiisted amigo Payares—dijo don Severo que es hombre de gran circunspección—en materia de libertad no debemos decir palabra los suramericanos porque al tratra esa cuestión en esta patria de la libertad nos parecemos al niño que quiere enseñar á su papá Por lo demás creo que la plétora de teorías vacías es la enfermedad de que están muriendo la mayor parte de las Repúblicas suramericanas Por lo ménos es la tiña que agota nuestra^ fuerzas y no nos deja progresar Juan José tragó saliva y para probar que no estaba corrido la emprendió contra los conventos su tema favorito Y volvió el paciente don Severo á tomarse el trabaja de rebatirlo —En todos los países del mundo hay conventos de hombres y mujeres—dijo doñ^Severo—y créame usted cuando le digo que me avergüenza que sea mi tierra la que marca la única excepción Echemos una ojeada sobre la estadística de los Estados TTnidos y hallaremos “ouati’o mil conventos” 1 á pesar de estar en mayoría los ciudadanos que no son católicos Tornó Juan José á escaparse por la tangente con una pamplina Vaya usted á discutir cuestiones serias con libres pensadores Pero le había picado el argumento de don Severo por eso echó mano dei insulto “última ratio” del librepensamiento Como no podía decirle nada á su respetable interlocutor cayó á puños cerrados sobre las Hermanitas de los pobres y sobre los frailes Las primeras debían cumplir mal de su grado con el deber de casarse y formar una familia como si no tuvieran harto que hacer con la inmensa familia de los huérfanos y desvalidos En cuanto á los frailes no eran sino unos zánganos amigos de la buena mesa y de la vida holgada amen de otros argumentos demasiado impregnados de espíritu sectario que en Juan José bien puede llamarse espíritu de vino ó de aguardiente Los lectores me agradecerán que los pase en silencio Precisamente dias ántes- había yo regresado del Convento de los Trapenses que dirige un respetable anciano oriundo de Vizcaya En aquel monasterio hay celdas para los seglares que desean pasar unos dias de retiro Ya imaginarán los lectores la indignación que me causaban las sandeces de Juan José y si no había replicado ántes fué porque no esperaba hacerlo bien como el lacónico don Severo Pero á la líltima salida de Juan José era tan fiagrante la injusticia y sus palabras herían tan grosea-amente la verdad que ya no me paade contener acababa de ocurrírseme una excelente idea para aplastar A aquel moscon Saqué mi cartera y poniéndola sobre la ‘musiú ” por desgracia adquirió también ' 1 Dato exacto mesa dije pausadamente dirigiéndome á los circunstantes —¡ Señores Juan José Payares acaba de insultar gravemente á todo un gremio de ciudadanos respetabilísimos que no están aquí para defenderse Yo soy un testigo pi'esencial de la injusticia de sus cargos comoque anteayer no más regresé de un Convento donde pasé oohos dias de retirov En esta cartera hay trescientos dollars en billetes yo los apuesto contra veinticinco y reto á Payares á que él no lleva ocho dias la vida de aquella comunidad Juan José mudó de semblante por primera vez desapareció de su boca aquella mueca en forma de sonrisa que caracteriza á tantos sectarios —Esto es una chanza de Nolasco dijo —Mi apuesta es formal—i'epliqué y abriendo la cartera entregué trescientos dollars en billetes á don Severo —Magnífica ocurrencia—dijo álguien— ahí tenemos á Payares entre la espada y la pared Si quiere ganarse los trescientos dollars debe pasar ocho dias de ayunos y trabajos como cualquier fraile —Amigo Payares—dijo otro—ya sabrá usted para otra vez por propia experiencia loingratas que son las teorías pero lo que es hoy no le queda más remedio que aceptar el reto —Pues bien acepto dijo entóneos el infeliz poniéndose de pie y acentuando aún más la mueca samarga que es su perpetua sonrisa , Tres dias después de esta escena regresábamos los dos al Hotel Westminster La apuesta había concluido Payares estaba casi pálido síntoma realmente alarmante en aquel organismo encendido por el alcohol Al llegar se metió en la cama donde permaneció ocho dias Enfermedad no tenía propiamente ninguna pero era tal su estropeo que estaba como desmayado ¿Qué le había pasado Al llegar al convento de los Trapenses hablamos con el Padre Prior excelente viejito español Le pusimos al corriente de la apuesta pero sin decirle nada de la discusión que la había originado Payares debía en todo seguir los ejercicios de la comunidad en cuanto á mí yo guardaría sólo el régimen de los extranjeros dormiría toda mi noche haría mis tres comidas diarias y dispondría de mi tiempo El Padre Prior miró á Payares con mucho cariño y cogiéndole una mano entre las suyas di jóle —Pero hijito ¿ha pensado usted en lo que va á hacer La comunidad no pasa bocado ántes de las 4 de la tarde única comida que hacemos en las 24 horas y no comemos carne ni pescado jamás A las doce de la noche se toca la campana para Maitines y luego en varios ejercicios pasamos el tiempo hasta las horas de Misa que nos llevan hasta las siete de la mañana A las 7 j media marchamos todos con el pico al hombro para la ciénaga que estamos secando Allí pasamos todo el día Ni á la ida ni á la vuelta ni en el trabajo decimos una sola palabra A las 4 regresamos para la única comida Luego después los Oficios y á las siete y media nos acostamos para levantarnos á las 12 de la noche Esta es núesjira vida que se resume en cinco palabras ayuno oración trabajo silencio y privación de sueño Se me olvidaba una pequeña siesta que hacemos á las doce del dia necesaria para que pueda el cuerpo resistir Yo miraba á Juan José de hito en hito miéntras duró la relación del Padre Prior y ; veía que los tintes de su rostro iban pasando ; de morado á oscuro j —i En qué berenjenal me he metido esI taría pensando el desventurado i Y yo decía para mis adentros que la penitencia era realmente seria para un hombre que^^come como un tigre bebe como un odre