Plasència 24 de Octubre de 1888. ÍS, NOTICIAS Y ANUNCIOS. PRECIOS DE SÚSCEICIÓK En Plasència, un trimestre 6 reales. En el resto, de la Peninsiüa. id.. . . 8 id. Anuncios y comimieados á precios convencionales. NO SE DEYUELYEX OIÍIC'IXALKS. Disector- 7 ^x-osieíaxioj JOEÉ HQMERQE RAM! PUXTOS DE SUSCRICIÓN. En esta Ciudad: Redacción é imprenta de este periódico, Quesos, números 3 y 11. y en la calle del Rey. mím. 13, Librería. El pago anticipado en libranza del giro mútuo ó letra de fácil cobro. RECTIFICACION. For un descuido en la Imprenta al copiar de las cuartillas, eti la plana 5.a columna de nuestro número de ayer, la declaración de D. Fernando Heras Garcia, se puso equivocadamente, Fernando Eegidor Farejo. Esta y otras erratas que la 'premura del tiempo no nos pudo evitar, rogemos nos dispensen nuestros lectores y desde luego estamos dispuestos á rectificar aq;Uèllo que por descuido ó mala interpretación consignásemos. La Redacción. Copiamos, de El Liheral el siguiente telegrama: Lorca 22 (1 1-55 n.) «En el Casino de esta Ciudad se encuentra un cuadro propio de don Juán Terror . condiscípulo de Eustaquio Campo Barrado, que contiene los retratos de los alumnos de Derecho del año Í863. Entre ellos está el de Campo Barrado, bizco, del ojo izquierdo, lo cual contradice la declaración del Sr. Diaz Cruz, que asegura nuuca lo fué. — J. Sánchez.» EesionMiaMásOstu Abrese la sesión á las diez , en punto. El Sr. Gobernador de la Provincia, que ha venido por gusto á presenciar almina de las Sesiones del O juicio oral, entra antes de empezar el acto, acompañado de su Secretario particular. El Salón está bastante concurrido, y las habitaciones laterales que comunican con el mismo, están llenas de señoras; se sieiite gran impaciencia en el público hasta que es llamado el primer testigo. Entra la primera testigo Z>.a Concepción Somera Alonso. F. — Conoce V. al procesado, poiqué concepto y cómo se llama. T. — Sabe se llama Eustaquio por su madrasta, y por haber estado la testigo en el Manicomio, en donde le conoció. F. — Qué razones tiene para decir que en el Manicomio unas veces le llamaban Eustaquio y otras Eugenio? T. — Porque D. Baudilio y la Señora le conocían: Dice que el objeto de su ida al Manicomio fué á por D. Eustaquio. F. — ¿Por qué sabía la testigo que vivía D. Eustaquio? T. — Que por referencia de doña Francisca Beüoso: y lo que la movió en primer término, fueron las palabras que pronunció D. Felipe, «de no ha. venido, ni vendrá.» Que trató de relacionarse con doña Francisca Belloso, yque en un viaje que hicieron, se escamó D. Felipe de que algo pasaba, porque sorprendió á la declarante y á doña Faca, en Una conversación interesante: Que, tratándose de que la declarante fuera al Manicomio, 5r no teniendo una persona de confianza que la salváralos inconyeni entes que pára ello se presentarian por falta de dinero ú ctras causas, tuvo necesidad . la testigo de decírselo á D. Fernando Regidor, j ara que este la sacára ó a5'udára á salir del conflicto en que se hallaba, para lo cual tuvo necesidad de hacerse socio del Café de D. Pedro María Jesús, á donde con¬ curría el Puegidor: Que la quisieron llevar á Leganés, y que al llegar á dicho punto se opuso abiertamente hasta el extraño de quererse ahogar, diciendo que la caridad la llamaba 61 San Baudilio: que después de estar en dicho punto, la decían que si conocía áD. Eustaquio, porque la veían entrar y salir en la carpintería: Que cuando regresó del Manicomio tuvo várias conferencias con D.a Francisca Belloso, de cuyo resultado, la dijo D.a Paca, "Espérate unos dias á que "me hagan la operación y entonce?» "trataremos lo más seguro.,, Que dicha Señora murió, y la declarante se encontró sin persona á quien recurrir. En este estado de cosas, se dirigió á D. Fernando Heras, á quien dijo la proporcionára dinero para ir á curarse á Madrid; así lo hizo Heras, más no fué de este modo, sino que se dirigió reservadamente al Manicomio y en compañía de Franciscií Ayala, donde este último conoció á su sobrino. La declarante se presentó al Gobernador, Sr. Solesio, á delatar los abusos que ella sabía se cometían en el Manicomio, con objeto de ver si variaban la Junta administrativa y ver si podía sacar con mayor facilidad 4 D. Eustaquio. Que conferenció várias veces la. testigo con D. Eustaquio en el Manicomio, á pesar de que éste se negár.i en absoluto casi siempre, á decirla quien era, porque decía que no estaba loca: que le conoció por referencias de algunos de los del Manicomio. Manifiesta que no quiso revelar á. nadie las conferencias habidas con Z).a Fra-rícísca, ni los secretos que esta la revelaba: dice que tenían un valorentendido para saber si vivía D. Eus taquio Campo: que dicho valor I í usaban D. Felipe Cruz y D. Manuel Prieto.