^0s trabajadores de ambos gS%os que lleven más de un 0 al servicio de un patrono, t¡0nen derecho legal a siete ininterrumpidos de vacai ciones con percibo del jornal ¿¡ario integro, y no deten tolerar ciue se 'es escamotee este perecido descanso. Año 111 Núitl 102 Mahón 15 Julio 1933 • Redacción y Administración. ANGEL, 8 9 APARECE LOS SÁBADOS • Precio: 15 Céntimos Órgano de las Agrupaciones Socialistas Menorquinas y de la Federación Obrera de Menorca "La Voz de Menorca" ¡joram p o L e m i c En una nota política, el diario "La Voz de Menorca", portavoz del partido republicano histórico menorquín, propugna por la salida de los socialistas del gobierno, porque su colaboración ministerial resulta perjudicial a la economía, como lo demaestra el estado deplorable del comercio y de la industria nacional, contribuyendo a ello la acción de los iurados mixtos. En primer lugar, conviene que sepa "La Voz" que los socialistas no están en el Gobierno m título precario; que si los socialistas participan de la responsabilidad ministerial, no es por condescendencia, ui por tolerancia de los republicanos, no; los socialistas tienen tres ministros en el actual gobierno, como los han venido teniendo desde la proclamación de la República, con pleno derecho, por su fuerza parlamentaria, por sus 110 diputados, por ese ''bloque de cemento" como se ha llamado, por su disciplina, a la minoría socialista, la más numerosa del Parlamento constituyente, y porque la composición de éste no permite la constitución de ministerios de izquierda sin los socialistas. Sepa, pues, "La Voz" que con la actual Cámara, no se puede gobernar contra los socialistas, aún en el caso de que éstos pasaran a la oposición, cuando no fuera más que para darle gusto al diario lerrouxista, que de una manera tan solapada, para que no se enteren los trabajadores que aún militan en el partido republicano histórico isleño, defiende los intereses de la burguesía y del capitalismo, que es hora ya de que sepan dichos trabajadores que no son los suyos. Porque no significa otra cosa, señores de "La Voz", el recusar la acción de los jurados mixtos, que procuran, de una manera por demás tímida, el mejorar la esquelética economía de la clase trabajadora, que es completamente distinta a la economía de los patronos de la industria y del comercio, que es la única que preocupa, por lo visto, a "La Voz". No quieren, no, la burguesía y el capitalismo y los periódicos del tipo de uLa Voz de Menorca", la existencia de los jurados mixtos y de ministros de Trabajo socialistas que hagan cumplir los acuerdos de aquellos. Y se comprende perfectamente. Los jurados mixtos son organisnios oficiales que encauzan legal y jurídicamente las cuestiones entre el capital y el trabajo, entre el patrono y el obrero; que humanizan las luchas sociales; que teniendo en cuenta las posibilidades económicas, el grado de prosperidad de la industria y del comercio y de la agricultura, van concediendo mejoras, asi dorales como materiales, a los trabajadores, dignificando, por lo tanto, la vida en el hogar proletario y cambiando las condiciones de tra¬ bajo en la industria y en el comercio, y en el campo y en el mar, en el sentido de que cada día sea más respetada la personalidad humana, en este caso representada por el trabajador. Y la clase obrera va consiguiendo con esta acción legal y jurídica de los jurados mixtos, lo que no podría conseguir enfrentándose con la fuerza pública en huelgas de tipo violento, que en el fondo no temen los patronos, porque saben que en este caso el Poder público sale en su defensa, cuando con la acción de los jurados mixtos, sucede lo contrario, puesto que dicha acción se halla respaldada por el propio Poder público. Peca de ligera "La Voz de Menorca", al atribuir a la colaboración socialista en el gobierno, la causa de este pretendido estado deplorable del comercio y de la industria, porque es elemental en un periódico político, el saber que las iniciativas de los ministros que se llevan a la práctica, han sido, primero, acuerdo unánime del gobierno, y después, acuerdo también del Parlamento, Y cuando esto es evidente y cuando en el gobierno de la República española, han. estado hasta hoy los socialistas en minoría y los republicanos en mayoría absoluta, son, además de ligeras, injustas, afirmaciones como las de "La Voz". Pero es que además no podemos aceptar el que sea cierto en absol u" to esta pretendida crisis comercial e industrial en nuestro país y que influye en ella la acción de los jurados mixtos. Aceptamos que repercuta algo en el comercio y en la industria española la crisis de la economía mundial, pero también es fuerza reconocer que el país con menor número de obreros parados es España y aún los que existen hallan trabajo en determinadas épocas del año. ¿Por qué la clase patronal se opone a que se implante en España la ley del control obrero en las industrias? ¡Ah!, porque teniendo la clase obrera intervención directa en la dirección y administración de las industrias, se demostraría, en la mayoría de los casos, que los pequeños aumentos de jornal y otras mejoras como la de las vacaciones retribuidas, que obtienen los trabajadores mediante su actuación en los jurados mixtos, no solamente puede muy bien la industria resistirlas, sino que en muchos casos podría resistir mayores concesiones para la clase obrera. No es de hoy, es vieja la enemiga de "La Voz de Menorca" para todo lo que huele a legislación social, para todo lo que sean leyes protectoras del trabajador, y para todo lo que signifique órgano ejecutor de dichas leyes. Transigen en aquella casa, en que los derechos legales de la clase obrera estén consignados en la Ley, pero son enemigos de ésta,— aun¬ que enemigos encubiertos para no ponerse en evidencia ante los obreros republicanos, - ~ en cuanto los órganos ejecutores tratan de llevarla a la práctica en beneficio de estos mismos obreros republicanos. En el mundo no se conoce otro sistema para elevar el nivel económico, moral y cultural de la clase obrera, que la promulgación de las leyes llamadas sociales, sistema que la República española ha consignado en su Constitución y que el Gobierno republicano-socialista y las Cortes Constituyentes, por los votos de una mayoría izquierdista, están llevando a la práctica. ;Y bueno sería no fuera así en un país como España organizado en República democrática de trabajadores! Y cuando "La Voz de Menorca", portavoz del partido republicano histórico rnenorquín, no acepta el único procedimiento que se conoce en los países civilizados para el mejoramiento de los trabajadores, nosotros podemos afirmar rotundamente que cuando habla de su amor a los humildes, de que está a la entera disposición de los obreros, no hace más que literatura y literatura barata, porque es el espejuelo de que se vale para cazar los votos de aquellos obreros incautos b ingenuos, que aún no han podido darse cuenta de cuál es su misión histórica en el mundo por su condición de explotados. Pero ya llegará el día para estos trabajadores menorquines de ver claro y entonces se apartarán del partido republicano histórico y engrosarán las filas de su partido político de clase: el Partido Socialista Obrero, único que con su actuación consigue beneficios para ellos, siendo su aspiración fundamental la emancipación económica de la clase obrera. El público mahonés sin distinciones favorece al Es su establecimiento predilecto El COLMADO CAVALLER está bien surtido y sirve bien. Precios mínimos sin competencia Una prueba convincente: El Colmado CAVALLER en interés del público, rebajó el precio del aceite, adelantándose a los otros establecimientos. Aceites superiores a 1'80 y 1'70 pesetas el litro. Deslealtad y torpeza Ahora que ha encontrado el director que le hacía falta, «Luz» acentúa su tono agresivo contra los socialistas. No es que ei hecho nos cause pavor. Ni siquiera sorpresa. Nos limitamos a consignarlo, con la seguridad de que la línea ofensiva no se detiene '¡ahí. Seguirá adelante. Quien paga, tiene derecho a dar la consigna. En «Luz», por lo visto, la acatan todos, con su director a la cabeza, y hasta le ponen por su cuenta ei ajo que necesita la salsa para estar picante. Ayer le toca el turno a Fernando de ios Ríos por si en Santander ha dicho o dejó de decir una tontería. Ei calificativo, ya se comprende, es de «Luz». Y la tontería que Fernando de los Ríos ha dicho en Santander es que si hiciera falta, porque a ello diera lugar ia cruzada patronal contra nosotros, hablarían nuestras organizaciones. No disimulamos la gravedad de ia herejía. Que las organizaciones obreras defiendan su interés; y que lo defiendan enérgicamente si a ello se las empuja, es cosa nefanda para ios tripulantes de «Luz», falucho periodístico fletado, al fin y al cabo, por mercaderes que encubren su mercancía bajo ei pabellón republicano. Pero lo más grave para «Luz» es que la tal herejía haya sido proferida por el hombre que escribió «Ei sentido humanista del Socialismo». Lo cual parece ser que entraña una contradicción monstruosa que responde — he aquí la consigna de «Luz» — al magnetismo que en los socialistas, incluso en los de espíritu más fino, ejerce el terciopelo del banco azul. Si la explicación parece tosca, téngase en cuenta su procedencia. Se nos permitirá, sin embargo, que reivindiquemos y hagamos nuestra esa tontería que Fernando de los Ríos ha dicho en Santander. Es una tontería que encierra, aunque «Luz» se permita sobre ella ironías de ingenio barato, alguna seriedad. Es posible que «Luz» tenga ocasión de apreciarlo algún día. La suscriben muchos millares de trabajadores españoles, en los cuales está respaldada nuestra fuerza y nuestra razón. Porque hablamos en nombre suyo es por lo que a veces puede advertir «Luz» en nuestras palabras un tono de dureza que choca, naturalmente, con su republicanismo blandengue y mercantil. Nuestro poder, el más auténtico, el que más estimamos, no es ei que proviene de tener tres ministros en el Gobierno, ni siquiera de tener ciento diéz diputados en el Parlamento, que eso, al fin, es mera consecuencia, sino el que nos dan esas organizaciones obreras que hablarán cuando sea, si es preciso que hablen. Ya ve «Luz» hasta qué punto nos solidarizamos con una tontería en torno a la cual se ha creado la organización obrera que está llamando a batalla, con torpe insistencia, la clase patronal. A decir eso, que es lo que venimos diciendo desde hace cincuenta años, le atribuya «Luz» un significado de coacción. Por donde venimos a colegir que toda actitud nuestra, aún la más mesurada, tiene inevitablemente un vicio de origen: el de ser socialista. La misma sentencia que antaño recaía sobre el inocuo liberalismo, del siglo XIX ha venido a recaer ahora sobre nosotros. El liberalismo es pecado, se decía entonces. El Socialismo es pecado, se dice ahora. Y si el Socialismo gobierna, con mayor motivo. «Luz» ha hecho suya la sentencia y nos la repite a diario con lata machaconería. Nos acusa por lo que hacemos y por lo que dejamos de hacer; por lo que decimos y por lo que callamos. Por todo. Siendo cosa nuestra, todo es igualmente vituperable. Tiene señalada «a priori», respecto a nosotros, su línea de conducta: la que le señalan los balances del libro de caja, que es la única poesía asequible a los mercaderes. «Luz> no se conforma con menos, por ahora, que con nuestro exilio gubernamental. A ese propósito subordina toda norma ética que hasta entre adversarios, cuando io son leales, debe ser respetada* Así se explica que haya acogido con alborozo, y lo comente a su gusto, el discurso que nuestro camarada Julián Besteiro pronunció el domingo en Mieres. Una discrepancia interna, por nadie ignorada y que nadie se ha cuidado de mantener secreta, le sirve a «Luz» para echar las campanas a vuelo como si en nuestro Partido se hubiera producido una rasgadura o estuviéramos amenazados de un derrumbamiento. Es justamente lo contrario. Que un afiliado de la significación de Besteiro pueda expresar públicamente sus discrepancias en un comicio socialista dice, mejor que nada, la calidad y la forta* leza de nuestra disciplina. Y ésa está intacta. Es Besteiro el primero que hace profesión de ella, aunque a renglón seguido apunte su disconformidad cort esta o la otra resolución del Partido. Y no por ello, cualquiera que sea la discrepancia y sea quién fuere el discrepante, se debilita la posición que el Partido haya adoptado por mayoría. Puesta a hacernos reproches, «Luz» nos acusa, como si en ello tuviéramos algo que ver, por no haber hecho frente al fascismo en Italia y en Alemania» En esos dos casos es en los que «Luz» encontraría justificada la violencia socialista. Sobre ser insultante para los socialistas italianos y alemanes, el recuerdo no puede ser más torpe. Son precisamente esos dos ejemplos los que han hecho más mella en nuestro ánimo. Lo hemos dicho ya. Lo decimos ahora. Si «Luz» fuera capaz de un mínimo de nobleza, en ese doble ejemplo encontraría la razón de muchos comentarios nuestros que la han llenado de escándalo. (De «El Socialista»). Envío: Al diario lerrouxista «La Voz de Menorca», que reprodujo el artículo de «Luz», a que se refiere el de «El Socialista>, que con gusto hemos reproducido.