fljsfo m-isrtJM. W8. gr~g iiDIltfOH |^^-~££g-g-¡^^{£^^£Ü^g¡ «sraoiupoióN «n la «apital» »* »•■• • * • P«wt»n t<25 f aera de -• o^P1**1» trime»- tro ##•••••*•■••• * * *■** Portugal» trimeotre 5<00 ñaman p»i««» extranjero» y ^ Ultramar 9'00 y «mero atrasado O'lü PAft© ADELANTADO. Teléfono número 60. «iBWXJnüJ NOTICIERO AW¥yoioa DIARIO IMPARCIAL DE LA NOCHE (DOS EDICIONES DlAKÍAS» Hn 4.» plana, O'IO de peseta lallaead 12 «leeros. En 8 * plana (después del pi«» de impronta) á 0«95 de peseta la línea. En i.* plana l'OO peseta la línea. Guoetil laa nu 3.» plana, O'BO pesetas lino» Comunicados, l'OO peseta la línea. Esquelas de defunción desde 5 peseta» on adelante. Oficinas y talleres: calle de balero» 9 "* ■I—IIIII— |M .M*m*M <(\ EL NOTICIERO »IAB10 ILUSTRADO ¿t ti periódico de más cirtulaeién $n la región. juma ií ■ i'i f la edad de los galles y de las gallinas Conocer la edad de laa ares es de suma importancia para una buena cría, pues muy á menudo los avicultores sufren grandes pérdidas, y ea porque utilizan para la producción productos ds una edad demasiado tierna ó porque guardan en sus corrales aves demasiado viejas. Para dar vida á un pollo viable, el huevo debe contener un germen bien constituido; es solamente con esa condición que el producto s°> hará robusto y resistente. > Se obtendrá este resultado empisando reproductores ni muy jóvenes ni muy viejos. Juntar gallitos jóvenes, con gallinas incompletamente constituidas, es querer producir huevos infecundos. Por otra parte, gallos viejos pierden, en parte, su facultad garminatriz; por ese motivo una cierta parte de sus huevos no producen pollos, y si lo hacen, éstos son raquíticos, y aunque al principio parezcan sanos, tpronto mueren. j *— ■ Gallinas viejas de cuatro á seis; años ya no producen tantos huevos i como en su juventud; disminuyen,! pues, los beneficios del corral. En cuanto al gallo,, éste puede vi99 vir diez años, pero es más provechoso sacrificarlo después del tercer año; á esta edad tiene una carne excelente como alimento para la gente, mientras que á los cuatro ya es seca é indigesta; á más, á esta edad ya empieza á disminuir la facultad germinatriz. Un gallito, criado aparte y alimentado en abundancia, á los once meses ya es un excelente reproductor; sacrificándolo un añe después, se vende un ave que aún no tiene dos años, poseyendo buenas cualidades alimenticias, lo que permite venderla á un precio remunerador; agreguemos que en este caso se tendrán apartados los gallos quince días antes de matarlos; se les da durante este tiempo alimento abundante y farináceo. Se ve la importancia que hay en conocer la edad, de apreciar la de un gallo ó una gallina; eso es fácil tratándose de productos nacidos en casa; basta hacerles una señal cualquiera; pero no es lo mismo cuando se compran aves nacidas en otro establecimiento. LA BRUYERE MATO 11 Viernes Juan La Bruyere fué un ..lorahata y eseritor A quien una sola obra, "Los caraeteres de leo. pasto, traducidos del griego A las «ostumbres d» este sigl „, le basto Cuando una gallina pasa de los tres años, se la separa de las demás, pues durante el Segundo y el tercer para hacerse célebre entre bu» contetaporA- año 68 Cuando más pone; el cuarto «eos y pasar a la pe>.teridad con un renem- año ya no paga lOS gaStOS de SU ali- bre digno de un genio; tan meritíaiaia y va* mentO, exceptuando la gallina que liosa e> su úniea prod»cción literaria, que goza de gran libertad en el campo. ■ no era otra cosa que las observaciones que "'*,'0¡éfc; j La Bruyere hi«o de la aooiedad en que vivía •on sns ribetes de sátira. La Bruyere habla naeido en Doudan (Francia) hacia el año 1616; dessKpeüé el cargo de tesorero de Francia en Oacu varios año», al propio tiempo qne completaba sus estudios de Filosofía é Historia, el cual dejó, A propuesta del gran Bosuet, para ser direotor de estudio» del duque de Borbón, nieto . do Con 16. Tanto cariño cobró el joven duque A su maestro y éste A él, que hasta que La Bru* j y ere falleció en 11 de Mayo de 1696, nunca «e separaron lo que resultó altamente provechoso para eldeBerbón, j porque no sólo ta- ! voenaquelunaml- ! go leal y caritieso, sine también un mentor en quien aprendió mache bu.no. Hasta que en 1(388 di 5 A la estampa "Los caracteres,, de que se hieieron tres ediciones en el año en que fué publicada y »eis en el tiempo que le reató cié vida A su autor, el Ingeniosísimo La .Bruyere ne 4era conocido en el mundo de las letras; peto tal fué el éxito que obtuvo su única obra literaria, que su nombre se h'*o popularisiino tan laego fui publicada y en aquél obtuvo un puesto tan elevado cerno merecido, Hernando de Acevedo. (Prohibida la reproducción), a— s—i i si i ■miHimin DE POilIiCA (POB TBL^GrBAFO) (De nuestro corresponsal^ especial) Madrid ll.-0'15 m. Liberales de segunda fila muéstranse muy alborotados previniendo una crisis total. Sagasta, que no siente esos entusiasmos, se muestra muy reservadísimo. -Rodrigo. ¿,# .a» mef«rm»inní — *> Eli ANUARIO DEL VATiCANQ Impreso en la imprenta del Vaticano, aeaba de publicarse «G-eraichia Cattólica,» ó sea el Anuario oficial de la Santa Sede para 1000. Dicho libro contiene dato» y noticia» muy curiosas respecto A la jerarquía ocle' •láatioa, servidumbres y capillas pontificia», administración palatina, congregaciones eclesiásticas, Nunciaturas, Delegaciones apestóIleas, etc. El Papa León XIII ea el 263 Pontífice de la Iglesia católica 3 lleva los títulos de Obispo de Boma, Vicario de Jesucristo, Sucesor del príncipe de los Apóstoles, Sumo Pontífice de la Iglesia universal, Patriarca del Occidente, Primado de Italia, Arzobispo y Metropolitano de la provincia romana y Soba-ana de les dominios temporales de la Santa Romana Iglosia. El día 2 de Marzo cumplió Su Suntldad noventa años, pues nació en igual día de 1810. El Papa es prefecto de la Sagrada Boinana y Universal Inquisición y de las Congregaciones Consistorial y de la Visita Aposté, lioa, y protector de las órdenes de benedictinos, dominicos y fraile» menores. El 10 del corriente ha hecho veintidé» años que fué elegido Papa. El el Sacre Colegio figuran ac'ualntente 60 Cardenales y como el número total ea de 70, hay ocho vacantes, teniendo en cuenta que dos de ellas son reservadas uin peo* tore.,, Los Cardenales oreado» por Laéu XIII son cincuenta y sais. católico sen 103, de la» cuales 174 de rite latino, (19 sin diócesis sufragáneas y lái con provincia eeleaiaetio») y 19 de lito oriental (tres con diócesis sufragáneas y 10 Inmediatamente sujetas A alguna Sede patriarcal). Las Sedes eplseepales de todo el orbe suman 776, de ella» 5S de rito orlen* t*l. De las 794 Seles episcopales del rito latino, 81 están inmediatamente sujetas A la Santa Sede, 7 las rentas dependen de alguna Sede arzobispal. Vienen después las Sedes episcopales llamadas «nullius dio»e»is> ó prelaturas, que suman diecisiete. Bl número de Patriarcas, Arzobispos y Obispo» de uno y otro rito asoienden A 1 .Ci 0. Actualmente se hallan vacantes una» sesenta y tres BP>dcs. León XIU ha aumentado la jerarquía católica oreando dos Sede» patriar oales y 13 Arxobispado». Han sido elevadas A la categoría de arito - bispale» 18 Sede» episcopales, y ha erigido 101 obispados nuevos. Además ha oreado tres nujYas delegaciones apostólica», 50 vicariato» apostólicos y 30 prefectura», y A 11 prefecturas las ha elevado A vicariato». La» Sedes araeblspales y episaopoles de rito latino suman en Europa 614 repartida» ■ de esta manera: Alemania, 25; Austria, 56; Bélgica, 6. ' Bulgaria, 1; España, 56; Francia, 84; Oreóla, I 7; Holanda, 5; Inglaterra, 52; Italia, 171 i (más 10 prefecturas ó abadías, "nullius); „ Monaco, 1; Montenegro, 1; Portugal, 12; Turquía (Albania), 7. Do los 60 Cardenales que componen ac tualmente el Sacro Colegio, 34 son italianos J™^ 'J. JS^l^ulgSS^M y 26 de otra* naciones Los que residen en Boma son 25, y les que ocupan alguna Sede residencial fuera de Roma, 35. El mas anciano de los miembros del Sacro Colegio, es el Cardenal Canosa, Arzobispo de Verona, que tieue nove ata y un año» y lleva veintitrés de cardenalato; le siguen el Cardenal Owlesia, Araobispo de Palermo, que tiene ooüenta y oche, y el Cardenal Bi« ohard, Arbispo de París, qne tiene setenta y_uno. ~ Diez y siete Cardenales están entre lo» EL CIERRE EN PROVINCIAS (POR TELÉGRAFO) (Do mtostro ocrreaponaal aspeóla!) . — as — Madrid il.-10'45 nt. Con ocasión del cierre de tiendas, setenta y ocho años; a» entre le» sesenta y • ocurrieron ayer algunas colisiones en- **£+* J " *atr9 l0" Ciüea*nU J l0" tre la guardia civil y el pueblo, en Se- Toa* Cardenal.» mA. jóvenes son: el Car- i vuX Valencia y Barcelona, resultan- den»l Vives, que es español y capuchino do algunos heridos y varios COntUSOS cerno saben nuestros lectores, y el Cardenal , de Una y Otra parte. -~.ROÍ$W0O, bí-ainp*: ninguno de lo» «uales tiene cincuenta añe». La» Sede» arzobispales de todo el orbe l«ft X.os Amantes de Teruel Folletín del MOTICIBR© 10& que el ermitaño cambia de disfraz y aun también que sea reemplazado por otro sujeto. . —Suceda como quiera ¡pobre del que os caga! —Aquí dieron fin las pláticas del padre de don Diego, con Monzón antes y con Rufo ahora, pláticas de que hemos tenido necesidad de dar minuciosa cuenta, para prevenir explicaciones que más adelante serían precisas haciéndonos interrumpir la interesante narración en que vamos á entrar. Partió en efecto el criado de don Juan desde Villafranca, siguiendo don Martín con Monzón el camino de Daroca. Desde antes de llegar á esta renombrada villa, principió á quejarse don Martín de una indisposición que hacía temer le detuviese, sin permitirle llegar á Zaragoza. Que la dolencia se fué agravando, lo pueden suponer nuestros lectores iniciados como están en el secreto: tanto aparentaba padecer el caballero, que apearse en Daroca y meterse en cama, fué todo uno. Los módicos, que ya entonces eran como a\ora, sobrado condescendientes para negarse á ser cómplices involuntarios de indisposiciones Ungidas, vieron una gaave enfermedad allí donde el hidalgo señalaba, propináudole en .consecuencia varios medicamentos que el enfermo cuidaba bien de no emplear. Al tercer día de hallarse don Martín en tal estado, habló con fatigada voz á Monzón, diciéndole: —Esta enfermedad es probable se prolongue por muchos días, siendo causa de que no encuentre ea Zaragoza á quien deseo ver antes dt. presentarme al soberano. & Aunque carezca de tus buenos servicios mientras la dolencia me retenga aquí, es necesario que marches solo, á fin de adelantar mis asuntos hasta donde sea posible. Ve pues á Zaragoza, busca á don Biaulio de Azagra y haz que le digan de mi parte prevenga á la corte de lo sucedido con don Diego, pues pienso presentarme á su señoría el rey reclamando al matador, de quien alguno se ha incautado de orden del mismo soberano. Espero de tu lealtad, Monzón, hagas esta diligencia activamente y con celo, ayudándome á vengar la alevosía con que Rondallas procedió. Sobre todo, exijo de tí me manifiestes en cuanto yo llegue a Zaragoza, qué pasos han dado los Azagras en mí favor, si, como debo suponer, vuelves á encontrarte ailí con el criado de don Rodrigo. Después de esto se separaron, como si no tuvieran más que decirse. A no saber yo positivamente que Monzón no había podido perder cosa alguna, ó al menos lo que el ermitaño suponía haberse encontrado, habría tenido por insignificante este encuentro; mas, como podéis comprender, no debía darme por satisfecho con lo hasta allí visto. Encaminóme á la plaza á donde tenía que ir vuestro criado, y confundido entre los concurrentes, aguardé su llegada. No fué él sin embargo á quien primero vi, A poco rato llegó el ermitaño, quien después de reconocer con la vista toda la plaza, entró en una especie de parador, á juzgar por la muestra. —¿Os vio? preguntó don Martín al criado de Peralta. — De ningún modo podia descubrirme en el sitio en que me ocultó desde que le vi venir. Poco después llegó vuestro sirviente, y proveyéndose de los artículos que venía á buscar, hizo una evolución que no careció de habilidad, desapareciendo con suma rapidez. Con decir que tenía yo los ojos puestos en él y no le vi entrar en el parador, encarezco bastante la destreza de vuestro criado en escurrirse. Su desaparición me desorientó por un instante, dejándome en la duda de lo que me convenía hacer; mas pronto salí de ella reflexionando que Monzón ninguna necesidad tenía de proceder tan cautelosamente, á no creer que debía guardarse de que se le viera entrar. Con loa antecedentes que tenía, consideró como cosa cierta que vuestro criado se hallaba en pláticas secretas con el fingido religioso. A pesar de ello, para más asegurarme, estuve mirando poco menos que sin pestañear la pnerta del parador, por la que, después de un largo rato, vi á Monzón salir con la misma rapidez y oon iguales precauciones con que había entrado. — Está bien. Os doy gracias, amigo, por vuestro celo en complacerme, prometiéndoos recompensarlo como se merece. Idos ahora, procurando que Monzón ignore esta entrevista, pues le daría qué pensar el que hubiésemos hablado á solas. A punto ya de volver á emprender la marcha, y mientras el de Barbastro ensillaba las bestias, entró Monzón en el cuarto de su amo, y hablando en voz baja, le dijo: —-He encontrado al sirviente de Azagra.