para el [erro de los Angeles Suma anterior, 100 pesetas. Doña Lucrecia Villa Plaza, de Fuentelencina, 10 pesetas; de varias personas devotas, 140; una familia devota, 5; una familia consagrada al Corazón de Jesús, 5'; don Ricardo Díaz Cuevas, colaborador de NUEVA ALCARRIA, 5. Suma y sigue, 265 pesetas. Recordamos a nuestros lectores II. poco de historia. Los orígenes de la lepra se deseo - .nocen, pero puede afirmarse que es una de las enfermedades más antiguas que sufre 1& humanidad. Ya en los papiros egipcios y en lo» pergaminos chinos parece que se hace mención a ella. Moisés, en el Levítico, establece un sistema de reglamentación par» los hebreos que padecían esta enfermedad. Cuando se declaraba a uno leproso, tenia la obligación de vivir aislado y gritar a todo aquél que se encontrara: «¡Tame! ¡Tame!» («¡Imputo! ¡Impuro!»). En el Evangelio leemos varios pa~ sajes en los que Jesús cura a los leprosos, lo cual demuestra la abundancia de e los en esa época. Parece que la lepra nació en las riberas del Nilo y en Arabia, y que desde allí invadió Asia, principalmente la India y China. Caminaba hacia Oriente, pero las guerras de los romanos la trajeron a Europa. En Italia y España apareció unos sesenta años antes de Jesucristo, cuando llegaron aquí los ejércitos de Pompeyo, procedentes de Siria y Egipto. Desde entonces ha causado en nuestro país enormes estragos. En el siglo XI. los progresos de esta enfermedad en España obligó a construir varias leproserías rudimentarias para alejar, er: lo posible, el peligro. La primera de ellas fué fundada en Palencia, el año iu67, por el Cid Campeador. Víctima de esta enfermedad murió Fruela, hijo tercero de Alfonso el Grande, el año 923. Después fué Sancho IV de Castilla el que requirió la reclusión. Los reyes españoles siempre han mostrado especial interés por esta terrible enfermedad. Recordemos a Alfonso el Sabio, que ordenó la creación en Sevilla de una leprosería «donde fuesen recogidos los gafos, plagados y malaíos*. concediéndola (P»S* a la pág. 4.) El Sagrado Corazón La sociedad moderna, engendro humano. No tiene corazón ni sentimiento, Y por eso, apesar de tanto invento, Se le escapa la dicha de la mano. Es del mundo moderno sob.erano E.I egoísmo, al par que su tormento, Si no ponéis amor como cimiento, Apuntaláis el edificio en vano. Levantad vuestra vista de la tierra, Id a Jesús, que os brinda salvación, Y cesará la fratricida guerra. ¡Hoy del mundo satánica pasión, Sin corazón la Humanidad aterra! Y a Jesús, que os da su Corazón. Juno DE LA LLANA ' Arcipreste. Atienda, i le la Prensa Caita Se celebró el pasado 29 en todo el orbe religioso el Día de la Prensa Católica. Poco tiene que añadir NUEVA ALCARRIA a todo lo que con este motivo ya se ha dicho y escrito, pero hemos de significar a nuestros lectores la trascendencia de la conmemoración celebrada. Órgano de prensa a la vez de difusión de la cultura y propaganda, han de vibrar sus páginas, la recta concepción de su papel de portadora de ideas, a impulsos de la gran verdad única, eterna, inmutable, que alumbra los caminos de la humanidad: el catolicismo. Y es la prensa de la España de hoy, recuperada pata los mejores tiempos patrios, muestra unísona del sentir profundamente católico de España, arraigadamente católica y portavoz a la vez de esas mismas verdades,- sin que ni una sola de sus páginas pueda sospecharse contaminada de heregía e irreligión. Prensa católica. Recordemos aquellos tiempos en que la prensa sectaria vomitaba injurias contra el clero y blasfemaba abiertamente contra los más sagrados dogmas de nuestra sacrosanta religión. Recordemos aquellos libelos repugnantes envenenados del odio a Dios, exultantes de injurias a Cristo, pletóricos de la más burda sátira a su Iglesia, y comprenderemos sin más auxilios cual es el cambio que se ha producido en España gracias a la espada invicta de Franco, el Caudillo victorioso. Toda la prensa de España es prensa católica, porque de no ser así dejaría de ser de España. NUEVA ALCARRIA, con este motivo, reafirma su acendrado catolicismo y su sumisión a la Santa Madre Iglesia. Católica, Apostólica, Romana, por cuyo Pontífice Pío XII pide, y por la \ España inmortal, de los santos y de los mártires, de los conquistadores y los teólogos. ¡Arriba España! LA PLENITUD DE UN PUEBLO PUEDE MEDIRSE EN LA ALEGRÍA DE SU DESCANSO. La Obra Sindical Educación y Descanso espera con alegría que todos los productores alcarreños •aten dentro de ella. ^