• ÍS) V» •e dice que las intenciones dé aquel general son limpiar de facciones todas las avenidas del Maestrazgo y todo el rio Mijares, y volver luego á perseguir á las fuerzas rebeldes que podremos llamar desperaciones. :, ,, . ; Sumamente satisfechos Se muestran con este plan los periódicos de Valencia, tanto en ios artículos dé redacción, cOmo en las cartas que insertan desús corresponsales de diversos puntos; y está simpatía de los pueblos debe contribuir en gran manera al búcri éxito de las operaciones emprendidas, mucho ¡mas' si se atiende á los considerables refuerzos que ha recibido en estos últimos días el ejercito del Centro.. Todas las probabilidades por consecuencia aparecen estar por nuestras armas, si una errada dirección no desyírtúa los medios eficaces que hay para llevar' á cabo empresa Lde tanta magnitud y trascendencia. El rebelde Cabrera continuaba en Onda y Tales con sus fuerzas, en observación sin duda de los movimientos de nuestras tropas, y los demás cabecillas recorrían con sus par;idas el pais que ocupan de costumbre. Ademas de estas hoticias hemos visto en los periódicos de Valeocia la lista de los premios concedidos á los gefes, oficiales y soldados que humillaron el orgullo dé Cabrera en la acción que tuvo lugar el día 2 del último diciembre en las inmediaciones del pueblo de Cheste. Ninguna observación haríamos sobre estas recompensas tan justamente otorgadas por un hecho de armas glorioso y de suma transcendencia, si no viésemos con sorpresa que no figura ni aun se menciona en la citada lista ai gefe que nvindó la acción, al que tuvo L suerte de medir su espada con el orgulloso enem ;go, y can un puñado de valientes alcanzar sobre él una victoria, material y moralmente de importancia. Ñu necesitamos nombrar al coronel D. Juan de la Pezuela, de quien hablamos. Es notorio pollos partes que existen impresos de aquella acción, que después del general Borso que dirigió aquellas oj>eraCiooes,y que mandó al coronel Pezubla que se adelantara con la caballería á alcanzar á la facción: á este gefe y á esta fuerza, que Consiguió poner en ejecución las órdenes del general citado, es deudora la causa de la libertad, del triunfo que nos ocupa. Ha debido por tanto llamar nuestra atension, como llamará la del público, ver escluido al coronel PasuEiiA, de los premios ¿On-» cedidoscon este motivo; y aunque g nó conocemos á dicho gefe, hace recelar con fu (filamento esta Csclusion qué ha habido una parcialidad por umversalmente seguido por cuan- parte del gobierno poco noble y generosa, ademas de injusta é inmota!. El correo de Andalucía, que nos llegó también anoche, no nos trajo noticia alguna de importancia. i .lEMfiTDO. • ■!■■ - aa¿¡ Sta.Cruz' Febrero 22 de 1839. Sres. Redactores del Atlante/j Siento infinito verme en el caso de incomodar á Vd. nuevamente, con motivo del comunicado que en su apreciáble periódico de hoy, ha estampado D. Félix Alvarez de la Fuente, Secretario del Ayuntamiento de esta Capital, y ya que se quiíre dar publicidad á ios reparos de la oficina que me está encargada en un asuntó, que como di,e en mi anterior, contestando al Sr. de Cifra, no creía que lo mereciese, lo haié á las quejas del que acaba de presentarse con menos razón qué el primero, según mi sentir. El Exmo, Sr. Gefe Superior Político, el 29 de' Noviemhre (véase el Boletín número, 96) espidió circular á los Ayuntamientos para que remitieran á esta Sección, ceitificado de los v lores que bubieran tenido los propios y arbitrios úesúe 1833 á 1838, sujetándose para ello al modelo que acompañó. Dice el encabezado de este "Certifico (el Secretario) que en io3 afios que se citan han ingresado en la. Depositaría de essa Municipalidad* por las razones que se espresarán las cantidades siguientes." Con sujeción á la orden y al modelo, la muyor parte de los Ayuntamientos han dado la noticia de los valores de sus Propios Arbitrios, como lo hizo el de esta Capital pero según sé ha visto después solo del liquido del ramo de aguas de regadío porque según dice el Sr. Alvacesí el liquido entraba única mente en Depositaría; he aqui loque ni S. E. ni yO podíamos adivinar á nodeCÍrloci"Ayuntamiento; porque aun Cuándo el Sr. de Cifra sea comiciónado para recaudar los productos de agua* estaba el que subscribe persuadido que hacia, las entregas al Depositario único que de be tener la Corporación y lo es D¿ José Vega/y que todo gasto que se hiciera de esté Caudal seria satisfecho por el mismo librada por el Ayuntamiento aun incluso el tanto por ciento que pueda abonarse al Sr. de Cifra por su trabajo, porque este es el sistema de administración tas autoridades y corporaciones manejan caudales, porque no puede haber á la vez muchos Depositarios y muchos Pagadores, y porque si mal no me acuerdo asi se dijo ya al Ayuntamiento hace algunos años cuando daba cuentas parciales de cada ramo y yo creí se le había dado cumplimiento He aqui porque era de presumir que los valores estampados en la Certificación del Sr. Alvarez sp tomaron por los totales, mayormente cuando se pedia en la Circular, y poique no se ha-* bia de hacer un modelo particular parala del A juntamiento de Sta. Cruz. Ademas carese de espresion^ para poder venir en conocimiento de que se hablaba de ligidos pues solo se dice "Por aguas de regadío tanto." Esto es una verdad juzgue ahora el público si son justas las' quejas del Sr. Alvarez. Pasemos al segundo particular. A vista de la pequeña cantidad que aparece del cei tilicado, como recau«t dada desde 1835 á i ¿38 produjo, tanto y de 34 á 38, cuanto. Si en aquel se entregaroo los productos á la Junta de aguas nada constaba en esta oficina, que no debía dirigirse á su superior Gefe con dichos y presunciones sino sobre datos ciertos como Jo ha hecho y hará ei que suscribe mientras esté al frente del negociado-, . . . Queda de V. atento S. S. Q. Bi S. M.— Juan de la C. Cordero. VARIEDADES. , COSTUMBRES CABALLERESCAS. EL paso Honroso. ¡ (Continúa) l»J I» 2? • Cinco teguas distante ríe la ciudad de León, en el camino de Santiago, se encuentra el rio Orbigo con un antiguo puente dé piedra que une los dos pueblos de la Puente y del Hospital* los cuales toman su nombre, aquel de dicho monumento, y este de un templo muy antiguo que en el existe* perteneciente á la orden hospitalaria de S¿ Juan de Jerusalen. Las dos márgenes del rio soa muy frondosas y amenas, particularmente la derecha. Aun lado del camino existe una | graciosa floresta, y este fue el lugar