IMPERIO PAGINA 2 DOS EDICIONES DIARIAS Alocución del general Millán Astray a los soldados / Soldados azules y rojos que estáis luchando cu guerra fratricida: ¿Sabéis cada uno por qué lucháis? ¿Por qué estáis recibiendo heridas dolorosas? ¿Por qué morís? Yo os lo diré. Yo Millán Astray, el fundador de la Legión. El tan querido de todos los soldados. El tan amado de todos los humildes. De azules y rojos. De fascistas, de carlistas, de anarquistas, de socialistas, de presos, de desvalidos. A todos por igual tengo derecho a hablaros. Yo soy el que el 19 de ' marzo de este mismo año de 1936, cuando marchaba a América, los ferroviarios de Sevilla me decían en la es'ación: «Quédese con nosotros». Y los obreros en el muelle de Cádiz, en aquel "mismo día, en la taberna donde está el telefono público, abrazándome, con los ojos llorosos, me decían: «Mi general, no se marche a América y quédese con nosotros». Podéis comprobarlo. Podéis en Madrid, los que me oigáis, preguntar quien soy yo, a los camareros de café, a los limpiabotas, a los tranviarios, a todos los, conductores de taxis (que todos me conocen); a íos ñiños vendedores de periódicos, a los pobres, a los désvalidos, a los perseguidos por la justicia, a algún pistolero, cuyo padre, ferroviario de M. Z. A, vino 'a mi casa: a los presos de las cárceles, inclu so a la hermana de «La Libertaria». Y todos os dirán que a todos les hablé de la Patria lo primero; que todos sabían que soy el fundador de la Legión, que soy legionario; pero todos, al despedirme de ellos, me abrazaban. Pues bien; yo os digo que los soldados que pelean por la España liberada y a nuestro lado, pelean por salvar a España, por conservar sus campos y sus mieses, sus ganados; en donde ganar el cotidiano jornal para mantenerse ellos y sus familias. Por conservar las fábricas y talleres, para que sigan marchando. Por conservar las casas, que las están destruyendo. Por conservar las vidas de sus madres, que las están asesinando. Por conservar la honra de sus hermanas y las de sus futuras esposas, que las están mancillando. Decidme, soldados que habéis nacido en España y que estáis en el bando rojo: ¿Qué sentís los que tengáis honra y vergüenza, al ver a las mujeres jóvenes vestidas con el traje de mecánico y que al descorrer la cremallera se quedan desnudas por completo, enseñando todo lo que el pudor de la mujer prohibe? Decidme rojos: Cuando llegáis a casa por la noche, después de haber tomado parte o presenciado las torturas, el martirio, el ver quemado vivo o acribillado a puñaladas a un ser indefenso y lleno de terror, ¿qué sentís? Decidme, soldados rojos españoles: ¿Qué sentís cuando oís el retumbar de las bombas del avión nuestro o vuestro? Decidme también: ¿Qué sentís cuando se os acerca la muerte? ¿Sabéis soldados rojos, lo que sienten los nuestros, los azules, los que llamáis fascistas? Ellos (los nuestros) saben que en las zonas ocupadas por nosotros la vida está tranquila, que no hay asesinatos, que no hay torturas, que no destrozamos las fábricas ni los campos, que n o asesinamos a los presos, y saben que al que pide perdón lo perdonamos (y esto es muy importante y sabedlo todos), rojos y azules, que no están peleando los nuestros por ninguna esclavitud. Que las filas de nuestro Ejército se componen de soldados de reclutamiento que se llama forzoso, y que estos soldaditos— como siempre les hemos llamado— se baten con un gran heroísmo. ¡Comprobadlo! Muchos los habréis vosotros mismos visto. Es la columna gallega, que no llevaba Regulares ni Legionarios. Son los que batieron en Somosierra, en donde no había ni moros ni legionarios. Son también los falangistas. ¿Y sabéis quiénes están asimismo en las filas de Falange? Pues muchos que eran antes de la C. N. T., anarcosindicalistas, y de corazón están ya a nuestro lado. ¿Sabéis quienes peleai en las filas carlistas? Pues los soldados carlistas: todos son campesinos. Pero pelean por defender a España de los rusos, que son, en definitiva, los que os tienen ya esclavizados. ¿Y sabéis como se vive en Rusia ahora mismo? (Y esto que os digo, os lo digo con la verdad de.mi honor; que yo nunca, jamás, os he mentido, que os digo la verdad.) Aguinaldo del Ejército y Milicias Pues bien; hoy en Rusin viven, monos unos cuantos que son los que se llaman verdaderos comunistas (dos o tres millones), ciento cincuenta y siete millones de rusos restantes viven esclavizados y no figuran en las listas del partido comunista, que no tienen ni voz ni voto, que son peor que esclavos. ¿Y sabéis lo que es el comunismo en Rusia? Trabajar jornadas mucho más largas que las que aquí todos teníais, azuzados a latigazos, ¡Todo para los judíos! ¡Sabéis que la comida está guardada en depósitos y sólo Ies dan a los humildes la ración de un día, para si en cualquier momento los ven que están intranquilos o rebeldes, dejarlos ya sin comer? ¿Sabéis quiénes son los soldados que dan la^guardia a los depósitos de víveres y la vigilancia para la esclavitud de las regiones, e imponen los castigos y el terror? Pues soldados de otras regiones muy lejanas, y ya sabéis que Rusia es mucho más grande que el resto de Europa. Esto quiere decir que es como si en España, a la parte de Andalucía, vinieran soldados de Noruega, de Suécia o de Filandia, o sea, extranjeros completamente para ellos, que no tienen ningún víncu lo de afecto ni parentesco, y cuando llega el caso los matan cual si fueran enemigos. ¿Sabéis, los que estáis peleando con los roj.os qué pasa en Rusia a los que demuestran que tienen amor a su propia mujer y, si nacen hijos y los quieren, y con ellos ya forman una familia? Pues entonces se les llama antirrevolucionarios. Se los separa y los deportan a la Sibèria. ¡Tan sólo por querer a la propia mujer y querer a sus hijos! ¡Mirad a dónde os llevan, rojos infelices, engañados, desgraciados! En Rusia ya nadie canta alegre; ya todo son canciones de propaganda rusa, de maldición, de odio, de dolor. Y vosotros, ¡anarquistas! los que aborainais de las leyes y de la fuerza; los que no toleráis prisiones ni Ejércitos, ni mando alguno, ya no necesitáis ir a Rusia ni que nadie os lo cuente. Ahí mismo lo tenéis, en la España roja. Vedlo. Comprobad cómo os mandan los rusos militares que ahora os tiranizan. Mirad como os empujan a la muerte. Mirad como os fusilan por la espalda, si vaciláis o retrocedéis en el combate. Pues yo os juro, anarquistas españoles, os juro por mi honor, ¡que nosotros no hemos hecho, ni lo haremos, fuego-sobre nuestros propios soldados! Los nuestros van a la batalla. Vosotros vais a la matanza. ¿Sabéis, socialistas, los que vuestro ideal sea la justicia social, que os den vuestros debidos salarios, que no haya desigualdad oprobiosa de clases; que los poderosos, 'os empresarios ricos^ que los burgueses adinerados no abusen de vosotros? Pues precisamente para eso están peleando nuestros soldados azuleé, para que esto no ocurra, ya que en esto lo mismo los unos que los otros teneis razón. Este es el lema que lleva en la punta de su lanza nuestra bandera: «Justícia social», amor entre las clases; que España sea España; que no se presten los españoles a ser el instrumento, el puñal, la tea, la hoz, el martillo que son las aromas que los judíos rusos han elegido para ponerlas en vuestras manos inconscientes, para que pri, mero destrocéis a España. Y después destrozar al mundo e .tero. y luego, ¡sabedlo, que os lo juro con los acentos que salen de las entrañas y del fondo de mi alma!, para luego, con esos propios martillos, esas hoces, esas teas, quemaros a vosotros mismos. Y los judíos comunistas, que no sienten la Patria ni el amor, que quieren tiranizar al mundo, para después, con risa sarcàstica y de demonio, reírse de vosotros, sin tan siquiera llamaros desgraciados. ¡Sacudid I ¡Alzaos! Por el gobeniaüor civil de la provincia de Zamora, sé Ha dictado la siguiente circular; «Próximas las Navidades de este año histórico, en el ánimo de todos los ciudadanos está, indudablemente, recordar de un modo plástico y con ocasión de fecha anual tan memorable, en todos los países cristianos, las gestas gloriosas que el valiente Ejército y las heroicas milicias escriben en los frentes de batalla, y que, por amor sagrado e inalterable hacia la Patria española, sostienen actualmente para su honor y enaltecimiento. Si de tiempo atrás había quedado ya instituido el «Aguinaldo del soldado» con más razón y motivo es obligatorio en todos los buenos españoles acrecentarlo este año, primero de la era de la virtud, austeridad y sacrificio que forjará a la España de nuestros anhelos, con máxima fe, el mayor entusiasmo y la más firme decisión, que los admirables héroes combatientes merecen al luchar, ofreciendo su vida por España y por nosotros. Por ello estimo que no será lícito celebrar plácidamente e n nuestros hogares las próximas fiestas de Navidad, sin hacernos solidarios del luto que pesa sobre las familias délos que dieron su vida por la Patria; que no será justo celebrar cómodamente en nuestras casas las fiestas venide^ ras olvidando la hermandad que nos une con los soldados y voluntarios que garantizan nuestra tranquilidad desafiando día y noche en las trincheras a la fatiga y a la muerte; que no será digno que en estas Navidades nos entreguemos a lo supérfluo, como si nada hubiese pasado, sin contribuir a que nuestros defensores tengan en sus parapetos las viandas que otros años pudieron disfrutaj entre los suyos y declaramos que las Pascuas de este año deben ser para toda la retaguardia ocasión de nuevo sacrificio, que nuestras reuniones familiares, deben ser en lo material un día de cristiano virtud y sobrio ayuno, sazonadas por el recuerdo de los que en el frente de guerra disfruten, gracias a nuestra aportación, de las fiestas Navideñas, y que, es ineludible deber de todos los zamoranos por vehemente patriotismo y cristiana caridad, por espíritu de justicia y de dignidad cívica que, cuanto en años anteriores gastaban en selectas viandas y supérfluas .golosinas, y cuantos obsequios recibían y dhffutaban en estos día» señalados sea donado para el «Aguinaldo del Ejército y Milicias». Mas para la mejor realización práctica de este propósito se hace pieciso encauzarlo debidamente, concediendo a la Asociación Patronal de esta provincia la intervención en su distribución y entrega a las distintas unidades y cuerpos destacados en los frentes, para las que viene demostrando entusiasmo y competencia desde los primeos días de noviembre, y a este efecto me dirijo a todos los habitantes de la provincia en general, y a los alcaldes especialmente, dándoles las siguientes normas: • 1. a Todos los alcaldes de la provincia, invitarán por los medios más rápidos de difusión, como anuncios, bandos, avisos, etc., a todos los habitantes de sus respectivos términos, para que contribuyan, antes del día 14 del corriente mes con donativos de toda clase, metálico o especie, indicando que son para el «AGUINALDO DEL EJERCITO Y MILICIAS». 2. a El día 14 del mes aclual, los referidos alcaldes comunicarán al Gobierno civil de mi mando, los donativos recibidos, remitiendo al efecto dos listas, una de ellas con relación nominal de los donantes y de la cantidad o especie por cada uno apirtadas, y otra con las cantidades totales recibidas de efectivo metálico y de cada una de las especies donadas. La segunda de las listas indicadas, se enviará por duplicado. 3. a Antes del día 18 del corriente mes, cuidarán los alcaldes de remitir por el medio de transporte a su alcance los efectos recaudados, depositándolos en la Asociación Patronal de esta provincia, que les entregará el correspondiente resguardo. 4. a En la capital los donativos serán entregados directamente a la Asociación Patronal de Agricultura, Industria y Comercio, que llevará las dos listas a que se refiere la norma segunda para su remisión a este Gobierno civil. Por amor y admiración a las fuerzas militares, que tan alto están poniendo ante el mundo el nombre de España, encarezco a los habitantes de esta provincia la mayor generosidad y, a los alcaldes a quienes afecta esta circular, al más exacto cumplimiento de lo dispuesto. Zamora, 6 de diciembre de 1936,— El gobernador civil, Hernández. ese yugo! ¡ déos! ¡Que nosotros vamos ¡Que nosotros no tenemos ¡No obedezcáis más! ¡Defentambién a liberaros! sed de sangre! ¡Que nosotros no vamos a matar a las mujeres ya los niños! Que nosotros vamos, en fin, a libertaros! ¡Arriba España! ¡Arriba españoles de ambos bandos! Que no perezca, sino que ¡Viva .España! ¡España! ¡Nuestra Patria amada! ¡Viva Franco, que al frente de sus tropas libera a la Patria de la esclavrtud ruso-judía! ¡Viva España! ¡Viva Españaña! Viva España! Falange Española de las J. O. N-S. Nota de la Comisión Central