LITERATURA, CIENCIAS, ARTES 29 1 Sigamos. Schelling considera la naturaleza naturante como una fuerza productriz continua, diciendo que si obrara en absoluto su evolución se verificaría con una velocidad infinita y no produciría cosa alguna determinada, pero que, gracias á la acción de otra fuerza reta'rdatriz, queda aquella suspensa á cada momento para proseguir luego su curso y que esto es lo que origina los modos determinados, formas diversas, aunque continuas, de un solo y mismo producto. ¿En qué consiste esa fuerza retardatriz? En otra fuerza de suspensión que hace posibles los productos determinados y en la de gravitación que los fija. No hay, según el mismo autor, diferencia de naturaleza entre el mundo inorgánico y el orgánico; éste supone á aquel y es el mismo producto á la segunda potencia. La naturaleza orgánica es el resultado de las mismas fuerzas de la inorgánica en un mas alto grado de desarrollo. Las tres fuerzas del mundo orgánico la sensibilidad, la irritabilidad y la facultad de reproducción corresponden correlativamente al magnetismo, á la electricidad y á la acción química. Vasto campo ofrecería á la crítica una tesis tan trascendental y atrevida; respecto déla analogía de la facultad de reproducción con la acción química, solo haremos notar, como ya apuntamos en otra parte, que los mas exagerados materialistas, solo se atreven a defender la procreación espontánea, es decir la debida á la acción de la afinidad química, en los seres mas ínfimos del reino orgánico y que los elementos químicos por si solos y aun ayudados por la inteligencia finita, pugnan en vano desde la creación para producir sin ayuda de germen una especie orgánica nueva. Defiende-, además, Schelling no solo la correspondencia de las fuerzas, del mundo inorgánico con las del orgánico, sino también la dependencia, de suerte que la acción química produce, según él, la facultad de reproducción, la electricidad la irritabilidad, y el magnetismo la sensibilidad. A su vez las tres fuerzas del mundo .inorgánico son causadas en último término por un solo principio, la luz. Hasta aquí hemos comentado de nuestra cuenta; veamos lo que piensa Willm respecto de las proposiciones transcritas. Este autor no admite que una fuerza al multiplicarse pueda cambiar sus efectos y transformarse en otra distinta, como lo pretende Schelling; asi dice: «lo que. se llama potencia en matemáticas no puede aplicarse ala naturaleza. Si multiplicamos una fuerza por sí misma tendremos mayor potencia, pero la fuerza seguirá siendo lo que es.»