HlúsaoU m m-lÉn. MU Precios de suscrición Ell Alicante, ai mes. ... i, 50 ptas £b Esi>aña. uimestre. ... 5 » Foera de EsPaña> • • 15 » Pontos de suscrición gn la Redacción y Administraclda de «gte p.eriádico. Reclamaciones y correspondencia, á su pirector propietario, D. Antonio Gaido López Ménder-Niíñcz, 34, sígundo piso. Sábado 18 dató de Periódico Politico y de Noticias DEFENSOR DE LOS INTERESES MORALES T MATERIAES DE LA PROVINCIA Anunclfls y comunicado s: Se inserían á precios couvcncionalt s haciende efectivo su importe adelantado. No se devuelven orifinales. Publicaciones: De toda obra que se remita á e ta re* daccidn, se publicará un juicio crític* si se estima conveniente. Días en que se publica este perlWlco: Ti dos, excepto los sifuieatos á lo festivos. BANCO HISPANO COLONIAL Auuucfo Emisión de 1890 Billetes Hipotecarios de la isla de Cuba Vigésimo quinto sorteo Celebrado en este día, coa nsiatencia del notario D. Manuel Saez y Boroero, ftctuando eu el protocolo de don LuÍ3 G. Soler y Plá, el vigésimo quinto eorteo do ttmorbizaeion de los Billetes Hipotecarios de la isla de Cuba, emisión de 1890, según lo dispnesto eu el artículo 1.° del real deoreto de 27 de Septiembre de 1890 y real orden de 11 de Febrero de este año, hau resultado favorecidas las veintisiete bolas, Números 151, 294 478, 1.148, 3 mil 193. 3.743, 3.8Í6, 3.877 4 630, 5 088.6.446. 6.616 6.729. 6.731, 6 mil 776, 8 133 8.589. 9 936. 10.445, 10 8J6, 11747, 12 909. 13 831, 13 891, 14.276, 16.443 y 16.459. Eu su oou»eoueuoia, quedan amor tizados los dos mil setecientos Billete». Números 15.001 al 15,100; 29.301 al 29 400; 47 701 «l 47.800; 114 701 al 114 800; 319.201 al 319 300; 374 mil 201 al 374,300; 384.501 al 384 mil 600; 387.601 al 387 700; 462.901 al 463.000, 508.701 al 608.800; 644 mil 501 al 644.600; 661 .401 al 66 1 600; 672,801 al 672,900,673.001 al 673.100: 677.601 al 677 600; 813.201 al 813 mil 300; 868.801 al 858.900; 993 501 al 993.600; 1.044.401 á 1.044 500; 1 millón 82.501 á 1.082 600, 1.174.601 á 1 174.700; 1.290.801 á 1.290.900; 1.383.001 á 1.383.100; 1.389.001 á 1 millón 389.100; 1.427.401 á 1.427.500; 1.644.201 4 1.544.300 y 1.645 801 á í 1.646.900. líOque, en cumplimiento he lo dispuesto en. el referido real deoreto, se hace público para conocimiento de los interesados, que podrán presentarse, desde el día 1° de Abril próximo á percibir las 600 pesetas, importe del valor nominal de cada uno de les Billetes amortizados, más el cupón que vence en dicho día presentando los valores y suscribiendo las facturas en la forma de costum bre y en los puntos designados en el anuncio relativo ai pago de los expresados cupones. Barcelona 10 de Marzo de 1897 — El secretario general, Añstide$ de Artiñano. Los comisionados eu Alicante, se ñores Faesy Compañía. LOS íilí Las enfermedades es, por desgracia la misma: la inmensa extensión de lo* coiifliotOH anté 1 pequeñez dé los espírituis Por acaso p videocial, por intervención taa alca como inteligente y patriótica, por algo, en fin, completamenti» ajeno al gobierno, habíamos encontrado entre tantas negruras como nos rodean, una esperanza, una alegría, más aún, una realidad oouso ladera. Ante las duras exigencias de la guerra, España se abrió generosamente las venas, y vive desangrándose desde que comenzó la guerra do Cubi. Pero la torpeza del gobierno dió al ejército de Oaba un jefe qua vive de espaldas al éxito, un antípoda del resultado, pesa á los aplausos d S ( 1-iítKK S 25 ' Las hay de todas clases v tama nos. . ^a impresión de estos recordo to^os eu e*ta impivnta, dan derecho á ia inserción gratis del Santo sario. ■33 comerciales A- Seis p, • . ,■ í'opre ióu gnain m 1 1 Espelas mortuorias ángel á diez céntimos una. 1 irada de más de 100 gratis. Esquelas de defunción P^pel fundo oscuro y yrab ido. 100 ^ egoa, con 100 sobres, 8 ptas. Idem *'iio riguroso, fou-lo blanco, pap -.l »u^rior, con sobivs, 12 50 id. Tarjetas ri^1?.0"*3 de niños, de relieve y van^ dibujos, un 100 6 id, da * pver.soria 9ue -noargaa eata óíaVe bUArv?]?^ Ia imP «ütade ELGRAins^f ^(:,ndpfll d«rechç> á que se le Ción v6,0?^18 la esquela de defun/i» del primer aniversario. bio*; lo í ojos rdsplandeoíau do cariño y sat isfacción, y algunas veos se apretaban la mano afectaosamente. Finalmente, se oyó una v<¡» infantil llamar ■ á Godeiiva desde f'U'-r v. y U uiñi s» disponía á marcharse después de dar las tm^aa* aoohee á B»?on y á su madr-; pero la señora Damhaut tomó un cántaro y dijo: — Viüo, G )de!iva, debo ir poi agua á la bomba; iré contigo. Guau lo se halló dd vuelta en la estancia, encentró áorooido á Bayon, y en fin, depósito un ardiente y prolongado beso en esta compacta frente, cual si la buena mujer creyera á un beso maternal capi.z de infljim:«.r y hacer fructificar los gérmenes d^) ¡a iubeíigenoia bu el cerebro de su hijo. Apenad había tomado de nuevo su labor, cuan lo entró su marido. — ¿Y - aa vuelta, tan temprano?, preguntó alia con asenabro N vuelva p >r oaana mía, verdad. Adriano? Lo seut.i- rí « . -2.{:>y Oiústina, rjsponiió ó', cu tanto tomaba asiento c-r de la mesa. Ya no me gustan esas diversiones bulliciosas. L )» amigas son unos guapos muchachos, lo reconozco; poro sus maneras brutales y sus palabras ordinarias ya no son para mí. Se estámijor aquí, en ca3a, entre tú y mis hijos. Figúrate tú, ahora en la Cabra azul todos se hallan próximos i roñir. Seguramente y todavía ti3Óu Léroux se batirá esta noche con Jacobo él msrcider de arena. Se están echando en cara cosas capaoea de hacer erizar los cabello*. Sionto muchísimo haber estado hoy en la Cabra azul. — L > creo, Adriano; paro tú no pòdj&è adivinar que hubiese allí riñas é insultos — No es por oso; mi corazón está triste. — ¿Cómo? to ha ocurrido algo? — Wildenslag me ha dado miedo, nao lo da siempre., y tal vez no le falta razón; tal vez no obremos bien al querer dar á nuestro B*vou uoa elucación superior á la de sas padres. — ¡Todavía ose mal pensamiento! —Mal pensamiento, Cristina? Quién pueda saberlo? Si lan de mí. Acaso sea una insecaatez la de sacrificar así toda una »ida, sin conocer sus consecuencias para lo porvohir. A pesar del asombro que estas palabras le cauaaron, la mujer sacó de su bol&illo una moneda de plata y se la dió á ixi mando sonriendo cariñosamente. — Querido Damhouf, dijo, por mí no debes privarte de e'loí ahí tienes el dinero. Si deseas pasar a^gULes horas en ci mpa1ñía de tus camaredas. satisface tu deseo. Vé, me alegrará saber que te diviertes. Pero e hombre, como avergonzado de su quejs, rech. zó suavemente la mano do su mujer. — No, guarda e! dinero, dijo, mi de£eo ha pasado... Con todo, Cristina, esta noche celebran los amiges la jubibeión de L^ón L'«roux, porque hoy cumple veinticinco años que es h ilador Wi'deush g me ha soplir-ado la asistencia; yo se la h¿ prometido á ser posible. — Pues bun, Damhout, es posible, debes complir tu palabrí*. —Sí, pero no sé, me parece que preferiría quedarme en casa con los niños. — No, no, Damhout, mañana es domingo, día en que estamos juntos desde la mañana hasta la noche. Hazme este favor y toma este dinero; vete á la Cabra azul y diviértete con los amigos. Te osperaié contenta y de buena gana; permanece allí todo el tiempo que quieras. Ve, te lo suplico. Continuó suplicándole por a'gunos momentos y hasta cierto punto le violentó para obligarle á levantarse. Entóncea olla le acompañó hasta la puerta y le deseó una alegre vetada. Volvió á la mesa y tomó de nuevo su labor. Algunos momentos despuéj se abrió la puerta saavemonbe v entró uña niña. ar — Bavou, »hí tienes á Godeiiva, dijo la madre. El muchachito se levantó de un salto, corrió hácia la niña, la asió do la mano y la condujo junto a la mesa, dicieüdò con grande alegría: