GLOSARIO DEL MES 463 da, de rostro pálido y barbas luengas, ojos hundidos en amoratado cerco. Esta imagen representa al seráfico hermano San Francisco de Asís. Es una mala interpretación de la .noble y bella figura: ese rostro pálido no tiene el vivo destello de alegría que iluminaba su rostro. El buen San Francisco, el tierno amador de las bellas criaturas, vivía alegremente, con la alegría del que ha puesto su alma á la par del . alma humilde y escondida de las cosas. Del pulpito desciende, suave, la voz del orador: dulce, musical, voz que dice prodigios y taumaturgias. Esta voz, vibradora de emoción, se encarna, en viejos, obsoletos vocablos, que se enlazan en ritmos ondulantes. Y es la gracia primitiva é ingenua de la Leyenda áurea, del amable Jacobo de Vorágine; y es el tenue aroma de las humildes Fioretti, aroma de flor marchita, que viene en efluvios de lejanos tiempos; y es la luz dé oro de los -pinceles de Fray Angélico de Fiésole, y la luz de cielo, de los poemas de Giotto. Por las puertas del templo entra el confuso rumor del parlar gentil de los alegres pájaros. Y el buen hermano que dice su panegírico, recordará las palabras del fundador— según Tomás de Celano: — «Queridos hermanos, ahora me toca á mí: escuchad las palabras del Señor, y callaos hasta que el sermón se haya terminado.» Garta de Rubén Darío.— Hoy ha sido un buen díaPor la mañana me han traído tres libros nuevosluego he salido á ver el cielo de la tarde, y en una librería he podido comprar otro libro; y al volver, por la noche, he encontrado sobre mi mesa más libros nuevos. Los he abierto todos con mucho cariño, después de lavarme y perfumarme bien las manos. — Decía que he te nido carta de Rubén Darío. El admirable poeta de Nicaragua me dice, entre mucha belleza: «Voy á pasar el invierno á Andalucía, á Málaga. Ya le avisaré cuando parta.» BMnMMRM _^_J