AÑO XIII TOLEDO 9 DE AGOSTO DE 1917 NÜM. 625 fri" •«■VTÍO.',» , y; SEMANARIO TRADICIONALISTA Ifranqoeo eoneeríado. | 4= PRECIOS DE SUSCRIPCIÓN: Año: 4 peseta^ t o r- t.tttd t t r. a rno TTTPVPC! Trimestre, 1 peseta.— Mes, 0'40 pesetas. 7^ SE PUBLICA LOS JUEVES Anuncios: Precios económicos. Por ajuste de Im ^5- trimestres se hará el 10 por 100 de rebaja ' W Pago adelantado. *p Dirección y Administración: Santa Isabel, 26. ^ Puntos de venta: En Toledo, Puesto de periódicos de Ramón Garrido, Zocodover, 44. Los pedidos de números sueltos se sirven a proP vinciás al precio.de 10 céntimos número corriente, Número suelto, 10 céntimos. UN ARTÍCULO INTERESANTE — Reproducimos parte del notable artículo que el batallador ex Diputado jaimista, D. DALMACIO IGLESIAS, ha publicado en el colega "El Norte„, de Gerona, bajo los títulos "Nuestro criterio — Por Dios y por la Patria — Hablando muy claro„. — — : "{·!i·'··.:vi.'!t··tíÇZ·>··· ·1·:·. -..i''-. ! f:H. f( . ;.--^.!r; . ->¡fy.¡ •s.···-ííí·OiSÜ^Í.ïi.·.; ■•ÚW· '■■■SÍÍ! * «La actitud de los directores legítimos de la gran Comunión católico-monárquica, secundada por los verdaderos seguidores de ésta, con relación al consorcio Dice así: Lerroux, Cambó y compañía, constituido para explotar el negocio de la autonomía intervencionista, ha sacado de quicio a todos aquellos que, en nombre de la libertad y del amor a Cataluña, no toleran que nadie piense ni ame a su Patria de manera distinta a como ellos piensan y quieren, y como aquella actitud ha sido y es calumniada y se intenta presentarla como opuesta a los intereses de la Patria, no faltando incautos que se dejan atraer por los cantos de interesadas sirenas, es forzoso hablar muy claro para colocar la cuestión en su verdadero terreno, mirándola desde un punto de vista lo suficiente alto para dominarla en toda su complejidad, que es mucha, y en todos sus interiores ocultismos y futuras consecuencias. Ante todo (repitámoslo por milésima vez), consta a todos — y no puede negarlo quien proceda cOn algo de honradez— que el Legitimismo es el campeón más decidido de todas las genuinas y legítimas libertades regionales, por defender las cuales supo verter a torrentes la sangre de sus héroes y está dispuesto a verterla nuevamente; pero juntamente con esas libertades regionales defiende ideales de orden superior, religioso y patriótico, que no puede dejar abandonados; y estos ideales superiores le obligan a guardar, arma al brazo, una prudente actitud para evitar que naufraguen entre las encontradas corrientes del mar de las políticas pasiones. Los que pretenden que los legitimistas tos tres puntos, y «de dársenos las necesarias garantías» respecto a ellosj podrá pedírsenos que nos unamos a lerrouxistas, reformistas, intervencionistas y nacionalistas para cooperar con ellos a la obra reconstructiva de la Patria. Esa fijación es completamente necesaria: primero, por no haberse llamado al Legitimismo a los trabajos preparatorios que realizaron por sí y ante sí Cambó y Lerroux, sin intervención alguna de nues• tros representantes; segundo, porque, sin esa puntualización, no será posible una verdadera unión, y sólo se conseguiría una lucha encarnizáda, causadora de trastornos, revueltas y males sin cuento, y tercero, porque los directores del movimiento, no sólo no nos inspiran confianza, sino que, juzgándoles por los datos que tenemos, creemos sinceramente que llevarán a España y a Cataluña por caminos extraviados, tanto en el terreno religioso como en el político. Los fundamentos de esta nuestra creencia son muy sólidos, y se encuentran en la génesis del movimiento" actual ; y en las ideas y aspiraciones de sus directores. En cuanto a la primera, creemos llegada la hora de, para evitar que sobre nosotros caigan el día de mañana terribles responsabilidades por nuestro silencio, revelar todo lo que sabemos y NOS , CONSTA CON ABSOLUTA CERTEZA, para dar la voz de alerta a! pueblo engañado. Primeramente se pensó en la formación de un llamado Gobierno nacional, del cual formaran parte, entre otros, Lerroux, Melquíades Alvarez y Ventosa y Calvell (Cambó se reserva para algo más los autores de los horrores ; que simple Ministro), y en el cual esta¬ ños unamos a de la semana sangrienta y a los defenso-res del neutralismo heterodoxo de la Lliga, para, juntamente con ellos, obtener la convocatoria y reunión de Cortes constituyentes, que den una nueva organización al «Estado español» (único «Estado» que nosotros admitimos en España), deben decirnos ante todo: i .0 . Cuál será la situación de la Iglesia en esa nueva organización, y si estarán a nuestro lado para defender sus derechos. ■ • 2.° Cuál será el régimen político que se adopte, y qué consecuencias tendrá la formación del nuevo Gobierno en el orden internacional; y 3.0 Cómo entienden lo que ellos denominan «autonomía» de las regiones, y cuáles serán sus límites en el «orden político» y administrativo con relación a la unidad de la nación y del Estado español. Sólo después de fijar públicamente es¬ rían representados los nacionalistas vascos y también las derechas (Mella, Maura), «pero dejando a éstos en minoría». Como semejante proyecto no fué aceptado, se pensó en ir a la revolución. Lerroux y Cambó se convinieron: los nacionalistas ayudarían a los republicanos para implantar la répúblíca; y la república, una vez implantada, otorgaría inmediatamente la autonomía a Cataluña, bajo la dirección de Cambó. El programa fué completado conviniéndose en instaurar la libertad de cultos, suprimir el presupuesto del clero (sin indemnización de' ningún género), decretar el divorcio absoluto y secularizar los Cementerios, así como intervenir al lado de la Entente en el conflicto europeo. He aquí el precio de aquella autonomía: a la aconfesionalidad de \a Lliga y a la heterodoxia de Cambó no le pareció exorbitante. Para realizar este plan, no se quería en modo alguno el derramamiento de sangre, la revolución violenta (el amor a la vida, sobre todo cuando se ve la posibilidad del encumbramiento personal, es muy grande), sino una revolución tranquila, un cambio de cosas que se impusiere como un hecho consumado, y para ello era ñecesanio: i.0 Formar una especie de Parlamento y de Gobierno, que dirigieran el movimiento, enfrente del «Gobierno de Madrid» y de los parlamentarios que le siguieran: una especie de «Convención» omnipotente que obrase en nombre de España y del pueblo; 2.° Presentar la cuestión de tal manera que pareciese que era el «Gobierno de Madrid» el que provocaba el conflicto; 3.0 Contar con el Ejército, y 4.0 Echar el pueblo a la calle, «convenientemente preparado», para' apoyar el movimiento. A lo primero, respondió la idea de la Asamblea parlamentaria con su Mesa y sus Comisiones; a lo segundo, aquella petición de que se reuniese en seguida el Parlamento actual «con carácter constituyente» para otorgar la autonomía; a lo tercero," intentos de inteligencia con las Juntas de Defensa y los halagos a la actitud de éstas y al Ejército, prodigados por quienes han sido siempre «antimilitaristas^ rabiosos, y a lo cuarto, la utilización del nobilísimo sentimiento del amor a Cataluña (aunque hablándose también de España por la significación de las masas republicanas y las miras para el Ejército) y el reparto de armás y dinero entre los adeptos. La adhesión' de Pablo Iglesias y Melquíades Alvarez aseguraba la cooperación de socialistas y reformistas; y mientras un secretario de Lerroux viajaba por Galicia (los alzamientos en los extremos más apartados hacen dividir las fuerzas encargadas de sofocarlos), y un lugarteniente del mismo Lerroux recorría España, se preparaban huelgas en Valencia y otros puntos. La actitud enérgica del Gobierno se impuso un poco a los directores del movimiento; pero 'la retirada de las derechas, la protesta del Ejército por medio de sus Juntas de Defensa, en cuanto éstas conocieron el verdadero carácter y finalidad del movimiento, y las noticias que se iban recibiendo respecto a la concurrencia a la Asamblea del 19, que no permitían contar sino con una exigua minoría (existen en España 360 sénadores y 404 diputados, ló que hace un total de 764 parlamentarios, de los cuales sólo asistieron 68), hicieron fracasar por entonces el plan preconcebido; por lo cual, «sin renunciar a éste», se cambió de táctica con aquella «finura» que forzoso es reconocer caracteriza a los procedimientos políticos de la Lliga. En suvirtud, se llegó a una semi-inteligencia con el Gobierno, que permitiese una «salida», pudiendo decir los unos que habían celebrado la Asamblea, y el otro, que ésta no se había celebrado; se contraordenó a los elementos preparados, mandándoseles estuviesen quietos, y se dió a las conclusiones de la reunión -un tinte de españolismo que no desentonase con el carácter de las votadas por las Diputaciones provinciales vascongadas, y sirviese al propio tiempo para proseguir la campaña y mantener el calor en las masas, en espera de otra ocasión más propicia, que se sigue preparando, En cuanto a las ideas y aspiraciones de Lerroux en el orden religioso y en el político, son de todos conocidas, aun cuando parezca que hay muchos que las olvidan. Acerca de las de Cambó y, por tanto, de la Lliga, tenemos en nuestro poder una serie de pruebas documentadas de su heterodoxia en el orden religioso. Por hoy nos limitaremos a recordar las manifestaciones hechas por el «leader» del nacionalismo, «aplaudiendo el programa anticlerical de Canalejas y defendiendo LA SEPARACIÓN INTERSOCIAL Y ABSOLUTA DÉ LA IGLESIA Y EL ESTADO en España», y añadiendo que «la dificultad está en que sólo unos pocos Sacerdotes inteligentes (¿serán éstos los clericales apostólicos que el catalanismo cuenta entre sus filas?), comprenden sus ventajas» (interviú del señor Cambó con el New- York Herald, publicada en La Veu de Catalunya, número 4.120, correspondiente al 24, tarde, y 25, mañana, de Octubre de 19 10), y aquella otra de que «no encuentro diferencia entre el Sacerdote inculto», que dice que no hay que preocuparse de las cosas de la vida, «sino del cielo», y aquellos revolucionarios que todo lo fían de un suceso «futuro e incierto»: la revolución. (Conferencia del Sr. Cambó en la «Casa del Pueblo de Madrid», dada el día 2 y publicada en La Veu de Catalunya el día 3 de Julio de 19 16, nú-' meros 6.167, edición de la mañana, y 6.168, edición de la tarde). Únase a todo esto el carácter francamente intervencionista y aliadófilo de los mángóneádores del movimiento' '(Lerroux, Melquíades, Cambó, etc.), recuérdense aquellas amenazas proferidas por los nacionalistas en el banquete del Tibidabo, los frecuentes viajes a París de ciertos prohombres, los rumores no lejanos de que si España seguía- manteniendo su neutralidad se promovería en ella una revolución (Grecia, Rumania, Portugal, Rusia, son ejemplos de que el hecho puede realizarse), piénsese en la cantidad de dinero que se ha precisado para organizar el movimiento, y dígasenós si, con todo esto, no tenemos motivo sobrado ' para creer lo que creemos y proceder en consecuencia con ello. El regionalismo sano no ha sido nunca defendido por los nuevos paladines que le han salido a la autonomía; antes por el contrario; fueron éstos sus más encarnizados enemigos. Todavía están recientes las acusaciones dirigidas a Lerroux por los hombres de la Lliga presentándole como el peor de. los enemigos de Cataluña, y precisamente para luchar contra él se sostenía la Lliga que de esa lucha se haría bandera para ir a las elecciones, y no creemos en los cambios repentinos. • Tengan presente todos los católicos que si ese movimiento triunfase triunfaría con él la doctrina anticlerical, (léase el anticatolicismo), y entonces vendrían las estériles lamentaciones. El arma de la autonomía (imprecisa, indefinida, inconcreta, siendo de suponer que media un abismo entre la manera de entenderla Lerroux y la de entenderla la Lliga); es sólo el señuelo para cazar incautos. Ahí está el programa regionalista católico de Mella, que se ha dejado abandonado a sí propio, sin que lo apoyasen aquellos que pretenden apoyemos el suyo. Por