-44 L.a Suinea Española^ «Semana Social» de Marsella, ilustra, autorizada y ampliamente, este aspecto. Afirmábase en dicho documento que en los dominios coloniales los progresos materiales y los principios cristianos tienen que avanzar a una, ya que la predicación evangélica no surtirá entre los infieles todos sus efectos, mientras en su estado social véase menospreciado y corrompido por abusos de todas clases, con explotación del trabajo humano y con el desorden en las costumbres. Y añadíase que, si bien es cierto que los heraldos del Evangelio tienen que mantenerse alejados de los intereses políticos o nacionales, no pueden sin embargo, desinteresarse de la vida social de las poblaciones indígenas, sino que, muy al contrario, tienen que colaborar, activamente, en el mejoramiento social y material de las mismas. Fieles a tan elevadas normas vienen actuando en Sudáfrica los misioneros. Adoptando el lema, «Better homes, better fields, better hearts» hogares mejores, campos mejores, corazones mejores) establecían en 19 23 la «Oatholic African Organizatlon» que, reconocida y aprobada en 1327, por la conferencia de loá Ordinarios de las Misiones del Sur Africano y bajo la denominación actual de «Oatholic African Unión», cuenta con florecientes asociaciones de maestros de escuela, de jóvenes, de mujeres, de Hijas de María, así como con entidades de carácter económico, cooperativas, mutuali. dad es, etc. No contentos con esto y a fin de dar savia de eficacia y e ipiritualidad todavía más hondos a las citadas organizaciones, dichos Ordinarios de Sudáírica y de Rhodesia, reunidos en febrero de ÍWi en Johannesburgo, acordaron la c^ustituoión de un Oonsejo de la Acción Católica para estudiar los métodos más aptos a fin de que, los católicos, a las órdenes de sus superiores jerárquicos, puedan actuar, como un solo hombre, en defensa y propaganda de los principios cristianos. Uñ Oonsejo Oentrai funcionaría en el vicariato apostólico de Tranávaal y cuatro regionales en El Cabo, Durban, Johannesburgo y Bloemfontein. Mientras ias circunstancias no aconsejaran lo contrario, dichas entidades quedarían integradas por seglares inscriptos en las Asociaciones católicas j a existentes, procurando que, en cada sección, hubiera per¬ sonas esnecializadas, sin diferencias de color o de sexo. Aunque todavía en sus comienzos, la A O viene registrando progresos notables, sobre todo en el Transvaal. Trata de convertir a cada católico sudafricano en un apóstol. Por que esa es su altísima finalidad. "La Acción Católica— decía. Una vez más Pío XI, en marzo de 1926— "es la- participación de los seglares en aquella acción apostólica" que es obra del mismo Jesucristo para la salvación de las almas, para la dilatación del Reino de Cristo en cada uno de los individuos y en toda la humanidad." Y misión tan alta y característica tiene que desempeñar la A. C, no solamente en los países católicos, más también en los de Misiones. Así lo manifestaba, claramente, el Romano Pontífice en el Mensaje que dirigió, el primero de agosto de 1928, al pueblo, "A las mismas Ordenes, recuerda Su Santidad, "como complemento de la obra evan gelizadora", la organización y el desarrollo de la Acción Católica para que los fieles "de ambos sexos" y especialmente los jóvenes, ''con la plegaria, buena s palabras y con la^ obras brinden ellos también su concurso a la paz, al bienestar y "a la grandeza de su Patria", dando a conocer, cada vez mejor, los sanos y saludables principios del Evangelio y ayudando a lo^ Obispos y sacerdotes en la difusión de la idea cristi&na y de los beneficios individuales y sociales de la caridad cristiana" Es la Acción Católica la que ha de fomen tar igual que en otras partes la verdadera freternidad sudafricana, logrando que los católicos negros perseveren en sus creencias y conquistándose a los demás, mediante su apostolado de caridad y de justicia universal Roma, diciembre de 1935. DETERMINACION OEL SIGNIFICADO LEGAL DE LA PALABRA CHOCOLATE M. T- J. y S. — Orden — La dispersa y a veces contradictoria legislación que regula la fabricación y composición de los chocolates, y especialmente del denominado Chocolate Familiar, origina con relativa frecuencia, diferencias en su interpretación y apli-