tL NUEVO ALIÜANTINO.-M ARTES 26 D 2 ENERO DE 13.7 Círoulo Católioo de Obreros, D. Joaquín Bellido, en la velada celebrada en la noohe del domingo último, que el indiferentismo religioso se asemeja á una lenta oalentura, algo así oomo tisis pulmonar, que va minando lentamente la existencia de quien la padece; es preciso, añadía nuestro docto presidente, que el católico. no se desdeñe en público de ostentar sus creencias, su fe, su entusiasmo por la Iglesia de Jesucristo, porque además de cumplir oon un deber ineludible dará ejemplo de virtudes religiosas, que será siempre muy saludable y digno de imitación. , Nosotros añadimos que la energía que pide nuestro digno presidente tenga inmediata aplicación en los entierros y que cuando en éstos falte la cruz, los católicos á ellos invitados, que se retiren, pues es fea cosa, y muy censurable que los oatólioos ooadyuven á la obra nefasta é impía del laicismo. Benedicto Molla. ESPEREMOS La prensa católica de todos los países espera con impaciencia en el volumen que ha de contener las actas del Congreso internacional antimasónico de Trento, y cuanto en aquella respetabilísima asamblea se discutió y aprobó contra la infernal secta satanista. El libro será de extraordinario interés para los periodistas católicos, y para cuantos se interesan por la paz y tranquilidad de los pueblos; para demostrar su importancia consignaremos algunas conclusiones tomadas en dicho Congreso: Calumnias contra las Ordenes religiosas El Congreso declara que atacar á las Ordenes religiosas, y especialmente á la Compañía de Jesús, que ha sido siempre el blanco preferido por la masonería, es hacer propaganda masónica. El Congreso hace votos para que los periodistas católicos consideren como un deber suyo é imprescindible el salir á la defensa de las Ordenes religiosas calumniadas aun cuando la calumnia no atente contra la parte esencial de la vida religiosa. Para hacerlo así, demostrarán que todas las calumnias que se propagan hoy contra la Compañía de Jesús y iis enseñanzas, son las mismas que se inventaron en el siglo pasado, y cuya falsedad ha sido ya plenamente demos' trada. Obras particulares. El Congreso acuerda que cuando se establezca una obra oon apariencias masónicas ó oon tendencias á propagar el mal, se esfueroen los oatólioos en suplantarla oon una acoión tan perseverante y enérgica oomo la de los masones; y si no les fuese posible tomarles la delantera, lo oual sin duda alguna sería preferible, intervenir por lo menos la obra debida á la iniciativa de los masones. La mujer en la acción anti masó nica. El Congreso, considerando: 1.° la nobilísima misión de la mujer en la sooiedad; 2.° la conveniencia de ofrecerle uu modelo de virtud y de heroísmo; 3.° que la venerable Juana de Arco ha sido propuesta en nuestros días por el Padre Santo á la admiraoión y veneración del mundo católico: hace votos para que la mujer tome parte en la acción antimasónica; para que se difunda por medio de la prensa la vida de Juana de Arco, y para que las mujeres católioas dirijan particulares instancias á la Santa Sede con el fin de apresurar la beatificación de esta Santa heróioa que tan grande influencia ha ejercido en la conversión de ios francmasones. Declaración fundamental. Considerando que el Padre S*nto en el Breve dirigido al Sr. Comendador Alliata reoomienda al Congreso que al tomar sus acuerdos se ajuste á las reglas trazadas en las Encíclicas apostólioas que se citan en el mismo Breve: El Congreso declara formalmente que ha tomado por regla y fundamento de sus resoluciones las referidas Encíclicas y no se ha apoyado en documentos de autoridad privada. LAS REFORMAS DE CUBA • «Sacar el Cristo» es un modismo español por el cual se significa que se apela á un recurso extremo para salir dé un paso difícil. Pues bien: el gobierno español, que está metido en un atolladero, ha sacado el Cristo; y con gran desenfado ha publicado urbi et orbi por medio de sus órganos en la prensa que la Santidad de León XIII aprueba las reformas que el gobierno proyecta en las Antillas españolas para obtener la paz en plazo breve. Y ha ido más adelante el gobierno. Él ilustre prelado de Salamanca, senador del reino, publicó un artículo sobre las malhadadas reformas en proyecto, en el cual se defendían las únicas reformas que el pueblo español desea y nuestras posesiones ultramarinas piden á voz en grito: la reforma de nuestra administración, la reforma de las costumbres, el imperio de la moral cristiana y el respeto y amor por la fe católica, que es la fe del pueblo español, según está consignado en nuestra admirable legislación de Indias, que el obispo de Salamanca recordaba oon singular satisfacción. Pues bien: el gobierno, por medio de sus servidores, ha tratado de convencer á las gentes de que el prelado de Salamanca está en contradicción con la Santa Sede en el asunto de las reformas proyectadas, las cuales aprueba el Sumo Pontífioe y aun suplica que se otorguen, por que así lo exige el espíritu de los tiempos. Tan burdo es este trabajo, qu9 casi no hay necesidad de protestar contra una conducta irrespetuosa eu alto grado para la persona del Sumo Pontífice, á quien se quiere hacer cómplice de los desaciertos, debilidades y compromisos de uu Gobierno que, oomo dice muy bien un colega oatólioo, es víctima de muchas pasiones. Porque hay que tener en cuenta que las palabras que se atribuyen á Su Santidad no consta ni siquiera por referenoias extrañas y desapasionadas que se hayan pronunoiado, ni mucho menos se han oonsignado en ningún dooumento que merezca fe: lo único que acerca del asunto ha hecho saber el Gobierno, es que se las ha transmitido el embajador de España en el Vaticano, quien recientemente hizo unas declaraciones soberanamente ridiculas sobre la conducta del clero español y de las órde nes religiosas. Es, pues, muy posible que toda esta polvareda no sea sino un artificio del Gobierno para sostenerse algún tiempo más, desacreditará la Santa Sede y poner zizaña entre los católicos. Pero aun dando de barato que Su Santidad haya hablado de la conveniencia de aplicar reformas en Cuba, es seguro que no habló de las proyectadas por el Gobierno, que á estas horas no sabe quizá á qué carta quedarse, sino de las reformas que exige la administración española en Cuba, que, bajo el dominio de los liberales españoles de todas castas y colores, ha sido inacabable fuente de inmoralidades y escándalos que han contribuido á eternizar la guerra y á desacreditar el nombre de nuestra patria. ¿Ni quién podía sospeohar que León XIII, el sabio ó inmortal Pontífice, que no se ha dirigido una sola vez á los españoles sin recordarnos las glorias y la fe heroica de nuestros antepasados, poniéndolos como ejemplos en que mirarnos», iba, por el sólo propósito de dar un argumento al gobierno, á patrocinar una obra que, se- gún todos los ru:n>re9t es tributo del miado, baldón de Empatia, afrenta de % moral y escarnio del derecho? ¿No pare . ce todo esto más que una empresa seria uaa travesurilla polítioa de mala ley pa . ra prevenir el daño que podía hacerse al gobierno si todos los obispos, hablando el lenguaje de la fe y del patriotismo sin mezcla ni materia de composición alguna, pusiesen en la picota del despre ció los perversos propósitos de la política naturalista ó liberal, que tanto monta? Sea de ello lo que quiera, el heoho de tomar en boca los liberales conservadores á Su Santidad para hacerle cómplice de sus planes, merece severa protesta, y nosotros la formulamos muy sincera y fervorosa, á la vez que enviamos, enhorabuena cumplida al ilustre P. Cámara, porque en breves y sustanciosas palabras ha sabido concretar los mis caros sentimientos y los más vivos deseos del pueblo español, que si ha llevado á cabo singulares hechos y ha realizado sacrificios inmensos dando sus hijos y sus bienes, no es ciertamente para que el Gobierno español pacte vergonzosamente oon los insurrectos, entregue la produooión nacional á nuestros enemigos, dando un nuevo paso para la absorción de Cuba por los Estados Unidos, y prepare para un próximo plazo la pérdida completa de nuestro dominio colonial. Vergüenza sin ejemplo que sóio el aniquilamiento podría tolerar, y vergüenza ó iniquidad grandísimas que, para mayor burla y escarnio, se las quiere vestir oon manto de sumisión á los consejos de la Santa Sede, vendiéndolas á las gente9 como oración indulgenciada y empresa que ha merecido la bendición apostólica. ¿Se rien nuestros lectores? Pues ésta es toda la verdad, y ésta es toda la religión de los que sólo la buscan y solicitan como instrumentumregni. Benjamín. (De La Semana Católica de Madrid.) NOTAS DIARIAS El director de La Atalaya, de Santander,D. Rafael Díaz Aguado y Salaverry, ha contestado á un imbécil cartel de desafío oon la cita de los artíoulosdel Código penal, referentes á la «provocación á duelo». Así se hace, decimos nosotros, aun á riesgo de excitar nuevamente la ira del provooador que haoe consistir el honor en la punta de un sable ó en la bala de un rewólver. Los católicos tenemos mejor concepto formado del honor, perdonando al que lo busca en el campo del deshonor y despreciando sus bravatas oual mereoe. tesas 26 FOLLBTIN DE "EL NüHVO Al.lOANT;.NO„ amor de preferencia falta, dominará núestro.amor propio, y ese deber no se cumplirá. Es preciso, pues, ó á lo menos de suma conveniencia, ser católicos prácticos, para unirse con sinceridad, y permanecer constantes en la lucha de que se trata. Para ser oatólico de esta manera, excuso reoor daros, amados hermanos nuestros, que es indispensable utilizar cuidadosamente los recursos que Jesucristo puso en su Iglesia para santificarla: sin afectación ni arro. ganoia, pero también sin respeto humano; con humildad, si, pero con igual entereza y constancia; no sólo para cumplir exteriormente los hombres alguno ó algunos deberes de cristiano en determinadas circustanoias, porque esto suelen hacerlo hasta muchos que no practican su Religión y en quienes domina solamente el amor y temor del mundo, sino para cumplirlos todos en conciencia y ante Dios, & quien no engañan ni seducen iliciones, ni apariencias, porque Omnia nuda et aperta sunt oculis ejus (1). (1) Hebr. I, V. 13. Carta Pastor l 2? No se quiere decir con esto, amados hermanos ó hijos, que, para efectuar esa unión y trabajar en el sentido expresado por León XIII, sea preciso no caer nunca en pecados graves; esto no lo exige el Sumo Pontífice; una vez que llama á unirse á todos los católicos; y sabe muy bien que la inmensa mayoría no practica, como oonviene, ni obra constantemente según las reglas y máximas del Catolicismo que profesa. Los mismos, que habitualmente siguen el camino de la justicia, no están exentos de resbalar y caer, gravemente á veces, si bien suelen levantarse pronto. Repetiremos, sin embargo, que conviene muchísimo, si no fuese del todo necesario, que sean católicos prácticos los queso unan aunque por la fragilidad aneja á nuestra flaca naturaleza sucumban más ó menos veces á los impulsos de las tentaciones. Puede suceder, en verdad, que haya quienes, sin ser católicos prácticos, y aún después de haber perdido la fe sirvan para cooperar á ciertas obras especiales en favor de la Religión. En este caso y otros seme APOSTOLADO DE LA ORACIÓN PRIMER GRADO _. ^ i intjeúcícion aaiisrEiaAi.PABA fíNfflRO Las Comunidades religiosa* oaaaioM ciotidxama para bstb mbb ¡OU Jesús mío! por medio del Corazón iumioulado de María Santísima os ofrezco las oraciones, obras y trabajos del presente día, pxra reparar las ofensas que se os hacen, y por las demás intenciones de vuestro Sagrado Corazón. Oj las ofrezco en espacial, á fia de que florezca mis y caí* en lis Comunidades religiosas el espíritu de oración, da penitencia y de caridad. PROPÓSITO Hiblar bien del estado religioso, y proteger todas sus obras. Máxima: «Q 13 los hombres no vuelvan á pecar es el trabajo y cuidado de os enviados de Dios.» {San Juan Cris óstomo.)