>£í Progreso, 7 ¥- Teléfoao e,°8 44§3Í pesotas triza satre Harnero suelto M eéttSmos C^NCERTAB^ v Muley Haffid, sería repuesto jen el tronos y por la ajeriza que 3e tienen, por los disgustos que les dio y derrotas que les infirió, durante su mando en el Megreb. Francia i nsobervécí da por una I victoria sin gloria alguna, se revuelve vengativa contra ios inde^ fensos, y por eso persigue a Muley Haffid, y ss ceba con su familia, ¡Menguada gloria la. de un pueblo, que movido; por espíritu ; de venganza emplea su poder en perseguir a los vencidos! Dr. FRANQUEZA. ques de Ri vas, marqueses: ■ de. Barbóles y condes dé '' GonUíMn*, y emparentado con otras familias de la aristocracia. H; . ■■_ Sú'padre fué el célebre teniente Prensa el día menos pensado, notf- ^^^ que 8Upí> ^dir cías por el estilo de estas: . ^ nuevÓ^timbres ,a su easa, luchan«El jueves.próxtmo será óbse- 4 ció. pronun- qUe mi£roraDre del misa-cantanc Sfc S*Ció tan s^gular favor del I ure panto. . ^e ir1?'61 llustrisimo Sr; I)eán fend personall2iente al Papa tó8p0r^estav°en Madrid, recuer^ ba di eaores de este .suceso que ^^f1^0 acordar Benedicto ^solemoe ocasión. EL PRECIO ■■■■■:; DJH1L AZÚCAB En el mundo se ha desarrollado el amor contra los enfermos de diabetes, que son legiones, de un modo extra alarmante para ios que no sufrimos de la terrible enfermedad, que empieza embelleciendo la línea del cuerpo, eonvirtiendo en adonis a los obesos, y termina llevándolos a la síndicaeióíi forzó sa con los que desaparecieron de la superficie de esta pelota terrenal. quiado con un café de honor al sabio doctor boliviano señor Malhapatta, en los salones del Pálacé. El precio ^^ ^e^^aTS^arjeta^-es^eV-deoO' pesetas.» «En el hotel que los; señores'dé C rañoni poseen en la Castellana, se ha cometido un robo de im p$rr * tanda, consistente en medio kilode azúear de remolacha. Los ladro- i r¡es no han sido habías.» ^ Los enamorados profesionales que cuenten con algún remanente en medio kilo o! e azúcar, ya pueden escar de enhorabuena: ninguna mujer se les resistirá. . ^-¿Me haría usted el favor de aceptar este collar?— dirá un abonado a primera fila de un teatro de opereta a una linda artista. —"-¡Caballero, ¿P01" q^ién me toma usted?; soy una perfecta señorita.. . o —¿Y esto lo desaira usted también? — exclama el seductor mostrando inedia docena de torrones de. azúcar. — ¡Oh¡ jEs usted irresistible! — dirá la joven cayendo en los brazos del caballero afortunado. Y no digamos nada referente a otro género de prevaricaciones. El funcionario más honrado y pundonoroso estará expuesto a perder su fama y honorabilidad si le brindan con un terrón de azúcar. Lo cierto es que esta campaña en pro de la disminución de la diaK be tes va a trastornar al mundo. ¿Quien hubiera profetizado el entrenamiento del mágico tórrón de azúear. R. DE SANTA ANA. ' í do pór^éu patria, como uno dé tantos héroes eñ la guerra de la inde- pendencia, y desempeñando elevados cargos en el Vyrreynato de Méjico^ éñ^á^'rt^rifan1^%~éli'erai''' de Madrid. El.ilustre difunto, í>? Pascual de.^Liñán, ostentaba, el ¿titulo de Comendador de la Corona de Hierro de Austria, habiendo sido diputado provincial por Madrid, y tambien diputado a Cortes por Teruéi y por VaÍlderroble8, cargos que desempeñó con aplauso de sus electores. .... •'. Reciba nuestro queridisirao amigo y su distinguida f4tniiiav nuestro sentido pésame^^ por tan dolorosa pérdida,, mientras rogárnosla nuestros lee|pre!S unan a las nuestras sus oraciones por el alma f del que fué modelo .de eaballerosi^ dad, D. Pascual LÁM^.^AD. £f Juicio de fiéEspartaco Publicación anarquista de Madrid, sobré los meneurs del sindicalismo' libertario. Hablando del loeaut: «El hambre ha hecho firmar. Lá resistencia es gallarda, es heroica. I es sublime; pero no puede ser sobrehumana. Los hijos piden pan, la compañera está famélica, los valientes están en la cárcel, en !gs • barcos, en Montjuieh, los caudillos Tiuyen como liebres porque es peligroso por partida doble el dar la 1 cara, porque las cañas puedeu coa